Corría el año 2009 cuando Héctor Oscar Pastorino, el rector de la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini, empezó a escuchar estruendos que llegaban desde afuera del colegio preuniversitario. Eran 200 jóvenes, militantes del Partido Obrero, que se acercaban a la escuela para agarrase a trompadas con un grupo de estudiantes liderado por Juan Marino. Al dirigente secundario, y al grupo que lo seguía, hace poquito lo habían echado del PO por "kirchnerista", y querían sacarle, a las trompadas, la agrupación del Pellegrini. Después de algunos bastonazos y trompadas, se cerraron las puertas de la escuela y Marino quedó adentro, resguardado.
Ahora, ese mismo referente estudiantil trotskista, al que Jorge Altamira y Gabriel Solano echaron del PO, se convertirá en un insólito diputado del Frente de Todos. Marino, de 34 años y estudiante de abogacía, ocupaba el puesto 29 de la lista en el 2019, y la renuncia de Sergio Massa a su cargo en la cámara de Diputados tendrá como consecuencia inesperada su ingreso al poder legislativo. Fue salteada, por la Ley de Paridad de Género, Carolina Natalia Arricau, la candidata 28.
Se sigue reivindicando trotskista, pero milita hace años en el peronismo, y es funcionario del gobierno de la Provincia de Buenos Aires desde el 2019. Trabaja bajo la órbita de Andrés "Cuervo" Larroque, en el Ministerio de Desarrollo Comunitario.
La ruptura con el Partido Obrero y la batalla campal en el Pellegrini
Su historia militante comenzó a principios de los 2000 en la agrupación del Partido Obrero del Carlos Pellegrini, el Frente de Estudiantes en Lucha (FEL). Allí, bajo la órbita del hoy legislador Gabriel Solano, creció hasta convertirse en el responsable político de los colegios secundarios de la Ciudad de Buenos Aires. Fue, como la legisladora porteña Ofelia Fernández, presidente del Centro de Estudiantes del Carlos Pellegrini, y su agrupación en el histórico colegio de la UBA llegó a tener hasta 200 miembros sobre un total de 2.500 estudiantes.
Su grupo fue tomando posiciones cada vez más lejanas a las que tenía la dirección nacional del PO. En el 2009 Marino pronosticaba, a partir de la crisis internacional del 2008 y el incipiente crecimiento de la derecha en América Latina, una pronta "situación prerrevolucionaria". Se imaginaba un nuevo 2001, y quería encarar un "frente único" con sectores nacionalistas para enfrentar a las "fuerzas del imperialismo".
Altamira y Solano, en aquél momento, rechazaron la postura del grupo que dirigía Marino, y el flamante diputado perdió por goleada todas las votaciones en el congreso que su partido organizó en el 2009, que terminó con su expulsión del PO. Luego, este partido intentó quedarse con las agrupaciones de los secundarios, incluso a las piñas, y se desató una mítica batalla campal entre los militantes del FEL y del PO, que terminó con los primeros encerrados en el Pellegrini por horas, hasta que los segundos se retiraron.
De la Tendencia Piquetera Revolucionaria al Partido Piquetero
En el 2010, Marino fundó la Tendencia Piquetera Revolucionaria (TPR), un grupúsculo dedicado a discutir e intentar influir sobre las decisiones del Partido Obrero, de donde habían sido echados, y buscando el reingreso de los militantes a las filas de la organización de Altamira.
Esta curiosa situación duró desde el 2010 hasta el 2015-2016, cuando se produjeron algunas rupturas más importantes entre las posiciones de ambas organizaciones trotskistas. Esto derivó en un marcado acercamiento al peronismo por parte de Marino y la TPR, que fue transformándose, además, en algo más similar a una organización social que un partido trotskista, aunque sin abandonar esa faceta.
Durante el gobierno de Mauricio Macri, Marino abandonó sus intenciones de regresar al PO, y se acercó definitivamente al kirchnerismo. En el 2017 formó parte de la campaña de Unidad Ciudadana, el frente que se construyó para la campaña a senadora por la Provincia de Buenos Aires de Cristina Fernández de Kirchner. En el 2018, en un congreso del que participaron apenas 15 personas, se constituyó el Partido Piquetero, la continuación de la TPR.
El acercamiento de este dirigente formado bajo el ala de Jorge Altamira y Gabriel Solano fue bien recibido en el peronismo. En el 2019 Marino, que se reivindica trotskista y piquetero, ocupó el lugar 29 de la lista de diputados del Frente de Todos por la Provincia de Buenos Aires. Ahora, gracias a la renuncia de Massa y la ley de paridad de género en el Congreso, el histórico tomador de colegios, al que echaron del PO por kirchnerista, será diputado nacional.