Durante treinta años, el Mossad recopiló información sobre el atentado terrorista contra la Embajada de Israel en Argentina ocurrido el 17 de marzo de 1992. Como producto del ataque organizado por Irán y Hezbollah, murieron 22 personas y hubo más de 200 heridos.
En el informe del Instituto de Inteligencia y Operaciones Especiales de Israel, revelado esta madrugada por Infobae, se detalla la identidad del conductor suicida. Se trata de Muhammad Nur Al-Din Nuer Al-Din, un libanés que al momento del atentado tenía 24 años y formaba parte del brazo armado del Hezbollah (organización política militar libanesa).
"Siguiendo la tradición árabe, las personas reciben su nombre en base a tres nombres: su nombre personal (Muhammad), el nombre de su padre (Nur Al-Din) y su apellido (Nur Al-Din). De aquí que su nombre completo según los registros era Muhammad Nur Al-Din Nuer Al-Din", señala el informe titulado "Irán-Líbano/Hezbollah/ESO/'Yihad Islámica'". Cabe destacar que su nombre casi no figuraba en los expediente judiciales.
Por otro lado, la imagen del conductor suicida había sido divulgada en noviembre de 1992 en el periódico libanés AI-AHD, donde se afirmaba que había fallecido en la guerra de Serbia. Pero, el Mossad aseguró en su documento secreto que "un familiar (de Muhammad) reconoció que fue el conductor del coche bomba que explotó en la embajada israelí en Argentina en 1992".
Muhammad vivió varios años en Foz de lguazú, Brasil, y ahí habría sido reclutado por Farouk El-Omeiri, una persona vinculada con Hezbollah. Después, se trasladó a Buenos Aires y se entrenó para realizar el atentado. Según publicó el diario digital, algunos de los acusados por los ataque a la AMIA lo llevaron al conductor a reconocer el estacionamiento donde estaba escondido el coche bomba y le enseñaron el recorrido hasta la puerta de la sede diplomática israelí.
De acuerdo al informe "top secret" del Mossad, el libanés retiró el 17 de marzo a las 14:42 la camioneta del estacionamiento ubicado en la calle Cerrito (entre Juncal y Arenales) y tardó entre 4 y 5 minutos en llegar a la puerta de Embajada de Israel (Arroyo 916). Alrededor de las 14.50, se escuchó la explosión.
El ataque fue el primer atentado atribuido al terrorismo islámico en Argentina y en Latinoamérica. Pasaron 30 años del atentado y todavía continúa impune.
