Juntos por el Cambio se encuentra atravesando una feroz interna a causa de las elecciones del año que viene. Sin embargo, hay una cosa en la que sí quieren ponerse de acuerdo: el futuro económico del país.
A esta altura todo el mundo sabe que Juntos por el Cambio tiene una interna tan conflictiva como la del Frente de Todos. Patricia Bulrrich y sus seguidores están enfrentados con macristas y larretistas por la presidencia y por los cargos que hay debajo. Pese a sus internas, el mayor frente opositor tiene bien claro que, dada la situación económica del país, tiene grandes chances de ganar las elecciones del 2023.
Con eso mente, los jefes opositores se reunieron para ponerse de acuerdo sobre las decisiones en materia económica que deberán tomar en caso de que retornen al poder. La abrupta crecida del dólar blue, la falta de reservas en el Banco Central, la inflación y la creciente conflictividad social en las calles, son las grandes preocupaciones de la oposición.
En la cúpula de JxC preven que lidiarán con una situación económica muy compleja y que deberán realizar profundas modificaciones en materia cambiaria, fiscal y monetaria. A causa de la crisis, los referentes opositores decidieron reunirse para ponerse de acuerdo sobre el programa económico que preparan para el año próximo.
Uno de los puntos más relevantes a tratar son los planes sociales y los movimientos sociales y piqueteros. En este sentido, la ex ministra de Seguridad, Patricia Bullrich; Miguel Ángel Pichetto (Encuentro Republicano Federal; e incluso la UCR cuestionaron la gestión de Macri en ese tema. En resumen, todos ellos consideran que Cambiemos tuvo dificultades para confrontar con dirigentes como Juan Grabois o Emilio Pérsico. Además, reconocen que no crearon ninguna estrategia alternativa para abordar la pobreza.
La oposición tiene dos objetivos centrales con respecto a este tema y que fueron incluidas en el documento aprobado por la mesa nacional de Juntos por el Cambio. En primer lugar, piensan que los programas asistenciales deben ser temporales. En segundo lugar, creen que el Estado debe recuperar el control de la política social, sin que los movimientos sociales sean intermediarios.
Por su parte, también acuerdan en que el sistema actual de programas sociales no solo está “segmentado” y “desarticulado”, sino que también es “discrecional y poco efectivo”. Desde la UCR, remarcaron que la política social debe estar orientada a “capitalizar a los sectores más vulnerables”. Y advirtieron que la estrategia debe estar más alineada con “la productividad, la promoción humana y la construcción de capacidad” que con el control social.
Hace unos meses, integrantes de las fundaciones Alem (UCR), Encuentro Federal, Hannah Arendt (CC) y Pensar (Pro) debaten un paquete de medidas para reformular el esquema actual de planes sociales. En ese equipo hay larretistas, como la ministra porteña María Migliore; allegados a Bullrich, como el politólogo Matías Lobos; y los radicales Fabio Quetglas y Ángel Valmaggia. También forman parte de la mesa Fernanda Reyes (CC), quien trabaja junto con Héctor “Toty” Flores; y Eduardo Mondino, el presidente del think tank de la fuerza de Pichetto, entre otros.
