El conductor de Pasaron Cosas, Alejandro Bercovich, criticó la creencia que circula desde todos los sectores de la sociedad de considerar al ajuste como "inevitable", lo definió como "la victoria cultural de Macri" y llamó a pensar en "otros caminos" para combatir el déficit fiscal.

El economista retomó las palabras del dirigente del MTE, Juan Grabois, que milita la implementación del Salario Básico Universal y sostuvo que una "comprensible objeción" a su implementación es cómo financiarlo. Para el dirigente, no es necesario que haya déficit fiscal y para Bercovich, esto no es solo posible sino que se "trata de una decisión política".

La victoria cultural de Macri es que hasta los más progres crean que el ajuste es inexorable

"El gobierno podría, además de subir las retenciones escalonadamente para frenar la especulación, dejar de darle créditos en pesos a los sectores que no liquidan los dólares y dejar de importar fertilizantes al tipo de cambio oficial. No estoy hablando de ir con la policía o confiscar nada, estoy hablando de medidas económicas con las herramientas de la democracia", puntualizó.

Además, se podría cobrar "un impuesto a quienes ganaron por la pandemia o la guerra" para atender a los sectores más vulnerables y criticó que se considere como "un hecho inevitable el ajuste eterno".

"Si aparece la advertencia de que hay déficit, aparece siempre bajo la premisa de que el Estado gasta demasiado. No aparece la otra mitad de la ecuación de que se puede bajar cobrándoles a los que se benefician en un momento cómo este. La victoria cultural de Macri es que hasta los más progres crean que el ajuste es inexorable y no se puede evitar", subrayó.

El ajuste no es natural, divino o una fatalidad, sino una decisión

Bercovich tomó el ejemplo de Bolivia que bajo la gestión de Evo Morales logró el superávit fiscal nacionalizando el gas. Son esos casos donde se logró combatir el déficit "sin hacer ajuste o entregar su población", pero son tildadas como "locuras" para quienes se oponen.

"Siempre hay otro camino, hay que construirlo y convencerse de que el ajuste no es natural, divino o una fatalidad, sino una decisión. Existen otras alternativas probablemente más difíciles y con menos con sex appeal para los círculos del poder, pero están ahí a la mano", concluyó.