Con este informe, el Mossad desestimó la teoría que aseguraba que funcionarios argentinos o agentes iraníes habían participado de los atentados en la AMIA y en la Embajada de Israel. También aseguraron que toda la operación fue llevada a cabo por una célula Hezbollah infiltrada en el país.
La nueva investigación del servicio de inteligencia israelí reveló detalles hasta hoy desconocido de los atentados de la AMIA (1994) y de la Embajada de Israel (1992). Según el Mossad, los ataques fueron realizados por una célula de Hezbollah sin ayuda de funcionarios argentinos o agentes iraníes en Buenos Aires.
Además de dar especificaciones sobre la forma en la que ingresaron los explosivos al país (frascos de shampoo, cajas de chocolates), el reporte publicado en el New York Times desestimó las viejas teorías de Israel, Argentina y Estados Unidos que aseguraban que Teherán incidió en la operatoria.
Si bien negaron que funcionarios argentinos y agentes iraníes hayan participado de la logística, sostuvieron que los atentados fueron perpetuados por células de Hezbollah y que las mismas sí eran respaldas y financiadas por Irán.
Tanto el ataque a la AMIA como el de la embajada de Israel en Buenos Aires fueron perpetrados por Hezbollah en venganza por las operaciones israelíes contra la milicia chiita en Líbano.
Según el servicio de inteligencia israelí, tanto el ataque a la AMIA como el de la embajada de Israel en Buenos Aires fueron perpetrados por Hezbollah en venganza por las operaciones israelíes contra la milicia chiita en Líbano.
El reporte también informó que los sospechosos- de los que se identificaron los pasaportes falsificados y otros documentos utilizados- no fueron llevados ante la justicia o asesinados en múltiples ataques de Israel contra Hezbollah lo largo de los años, y viven en el Líbano. Se emitieron “notificaciones rojas” de Interpol contra dos personas acusadas de ser atacantes y ambas fueron identificadas en la investigación del Mossad como agentes libaneses de Hezbollah, mientras que Estados Unidos busca a una tercera persona.
Después de ese ataque, según el Mossad, Hezbollah envió a un alto operativo, Hassan Karaki, con un pasaporte brasileño falsificado a Buenos Aires, donde compró la camioneta utilizada en el ataque a la embajada.
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