Apenas un año y medio de su asunción como primer ministro, el político italiano Mario Draghi renunció a su puesto. Draghi le comunicó su renuncia al presidente, Sergio Mattarella, luego de que tres partidos que formaban parte de la alianza oficialista se negaron a apoyarlo en un voto de confianza la noche anterior. El presidente le pidió que se quede unos meses en el puesto, hasta celebrar unas nuevas elecciones, en la que se preveía la victoria de la dirigente de derecha Giorgia Meloni.
Draghi, de 74 años, representó una decisión popular, en su momento, como primer ministro, apodado "Super Mario" por su capacidad para manejar la crisis de la eurozona como director del Banco Central Europeo. En febrero del año pasado, llegó al gobierno con la tarea de guiar al país a través de la pandemia de Covid y la posterior recuperación económico.
Intentó renunciar por primera vez hace una semana, cuando el partido 5 Stelle, de orientación populista, se negó a votar a favor de un paquete de propuestas para las familias y las empresas. Mattarella le pidió que permanezca en su puesto, por lo que Draghi llamó a un voto de confianza, es decir, le reclamó a los partidos pertenecientes a su alianza que lo refrenden como su líder. Tres de los partidos decidieron retirarse del frente oficialista, lo que terminó con su carrera como primer ministro.
El presidente, por lo tanto, disolvió ambas cámaras del parlamento, y explicó que el gobierno se mantendría para gestionar el estado hasta que se celebren elecciones, que no pueden tardar más de 70 días, para conformar un nuevo gobierno.
