El conductor de Pasaron Cosas, Alejandro Bercovich, criticó los prejuicios de clase que existen sobre las clases más vulnerables que parece que hoy "solo tienen derecho a comer y nada más" y son cuestionadas por tener otro tipo de goces.
Ayer la joven manifestante que se volvió viral explicó su situación durante una entrevista en la que denunció la tergiversación malintencionada que realizaron sobre sus declaraciones. Bercovich retomó esta charla para señalar que "todo el mundo se sintió en condiciones de juzgarla" y de convertir sus dichos en "una suerte de declaración de derechos del vago" reproduciendo algo que ella no había dicho.
"Ella en realidad hablaba de que la plata estaba mal, no trabajar de 8 a 17. Ayer decía que si le daban un empleo en blanco dejaba inmediatamente de ir a las marchas. Es una realidad que multiplica y simboliza las crisis argentinas. Se convirtió en meme cuando solo reclamaba darle de comer a sus hijos con su trabajo", subrayó el conductor.
La guita hoy es para comer y nada más para los pobres.
En ese marco, Bercovich habló del artista y cineasta César González quien escribió en Twitter que eran "lindos tiempos aquellos en que además de comer podías comprarte un libro". Retomando este concepto, sostuvo que habla de la realidad de los postergados que "tienen puestos en cuestión sus goces y accesos a la cultura".
"La guita hoy es para comer y nada más para los pobres y el que se anima a discutir ese destino es un pobre al cual se lo cuestiona, como a Soledad", advirtió.
No es solo el pan, son también las rosas.
En ese marco, recordó que una operación similar ocurrió durante el debate del aborto donde las mujeres pobres eran cuestionadas por "el derecho al goce en el coito" sin la posibilidad de interrumpir voluntariamente el embarazo y sostuvo que esto constituye "un prejuicio de clase que sobrevuela todo y que es doble en las mujeres".
"Hay veces que la sociedad les dice a los más postergados que solo se merecen pan, pero también se merecen un libro, ir al cine y un empleo digno. No es solo el pan, son también las rosas", completó Bercovich.