Jair Bolsonaro, el presidente de Brasil, llamó a decenas de representantes diplomáticos de otros países al palacio presidencial este lunes para denunciar la posibilidad de un fraude. El dirigente de derecha deberá buscar la reelección en octubre, en una elección contra Lula da Silva, y ya puso en duda los resultados de los comicios que todavía no se realizaron.
Su discurso frente a los representantes extranjeros incluyó ataques contra jueces y funcionarios del Tribunal Superior Electoral brasilero. Este último organismo es el encargado de verificar los resultados de las elecciones en el país vecino.
Además, el presidente habló acerca de un intento de hackeo sobre el sistema electoral de su país. Sin embargo, una investigación oficial llegó a la conclusión de que el ataque no representaba ningún riesgo para el conteo de los votos.
El candidato opositor, por su parte, le respondió a través de Twitter: "Es una pena que Brasil no tenga un presidente que llame a 50 embajadores para hablar sobre algo que le interese al país". "En vez de eso -afirmó- dice mentiras contra nuestra democracia".
Las elecciones están agendadas para el 2 de octubre, con un posible balotaje el 30. Por el momento, la mayoría de las encuesta le dan al candidato del Partido dos Trabalhadores una ventaja superior al 10%, y hay quienes apuestan por una victoria de Lula en la primera vuelta.
