Hay frases y frases en la vida del hombre común que lo marcan a lo largo de su historia. Algunas describen una ideología, como aquella famosa de Domingo Faustino Sarmiento que decía “las ideas no se matan”.
También están aquellas que nos hacen reflexionar, como la del filósofo griego Sócrates, que nos ilustraba diciendo “Solo sé que no sé nada”.
Están las que marcaron un momento de nuestra historia, como lo fue el famoso “El que apueste al dólar pierde”, dicha por el ministro de Economía de la última dictadura militar, Lorenzo Sigaut.
Y finalmente, están las que definitivamente son desafortunadas.
Entre estas últimas podemos ubicar la expresada por la flamante ministra de Economía, Silvina Batakis, cuando dijo la semana pasada que “El derecho a viajar colisiona con el derecho a la generación de puestos de trabajo”.
¿Por qué desafortunada? Porque en una Argentina que está pasando por una crisis económica marcada por la gran inflación; un peso que se devalúa frente al dólar casi a diario; restricciones a las importaciones; y la falta de divisas en el Banco Central, imputar como culpable de uno de los grandes males del país al turismo es cuando menos desafortunada ¿no?
El turismo fue una de las actividades económicas que llegó a ser la tercera en aportes al PBI, sólo detrás de las industrias agroexportadora y la de hidrocarburos, sin contar que la actividad es generadora de 1 de cada 10 nuevos empleos en todo el mundo, según datos de la Organización Mundial del Turismo.
Es posible que, tristemente, la ministra desconozca que el negocio turístico es generador de empleos en todo el país, pero fundamentalmente en comunidades alejadas de las grandes ciudades, desarrollándose incluso donde no hay ninguna otra posibilidad de trabajo.
El derecho a viajar es una de las grandes conquistas de la sociedad moderna y si ello no fuera así no se hubieran podido desarrollar los agentes de viajes, la industria aerocomercial, la hotelería, los cruceros, los Congresos y Convenciones, el transporte terrestre, los ferrocarriles, y muchos más etcéteras.
El turismo es una actividad de ida y de vuelta, y si bien las divisas salen cuando los turistas autóctonos viajan al exterior, se recuperan cuando los turistas extranjeros dejan su dinero en nuestro país.
Que el turismo colisiona contra la generación de empleo no sólo es una frase desafortunada, es incorrecta desde cualquier punto de vista que se lo considere.
Y sino pregúntenle al empresario Luis Macchi, quien desde hace 40 años recibe turistas de todo el mundo en su casa de tango La Ventana y que luego de 3 años de inversión y trabajo aposto por la apertura de un lugar icónico de la ciudad de Buenos Aires como Michelangelo, generando 60 nuevos puestos de trabajo.
Si multiplicamos su caso por los miles de emprendimientos turísticos de empresarios privados que arriesgan su capital invirtiendo en el país, tal vez podríamos darnos cuenta cuan desafortunada puede llegar a ser la frase de la ministra.
* Periodista especializado en Turismo con más de 30 años de experiencia. Conductor del programa “Ciudadanos Viajeros” en Radio con Vos, FM 89,9 y del programa de TV “Enlace Turístico” en Canal Metro.
[email protected] / @ManuelESierra www.contracuadro.com.ar www.ciudadanosviajeros.com.ar
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