Diversos sectores empresariales acusaron serias dificultades para producir debido a las restricciones impuestas a la compra de dólares para la importación y advirtieron sobre la posibilidad de que se produzca escasez si no se revierten las medidas.
Zapatillas, neumáticos, papel higiénico, material hospitalario y alimento para mascotas son algunos de los productos que requieren de materias primas importadas y que no están pudiendo hacerlo, según denuncian, por la “jerarquización” impuesta por el ministerio de Economía a fines de junio para frenar la pérdida de divisas por esa vía.
Las restricciones que se extenderán hasta el 30 de septiembre causaron las protestas del secretario de Prensa de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Salvador Femenía, quien indicó que la situación es “crítica”.
“Todo rubro con materias primas que tengan insumos importados está en dificultades. Hace semanas que se observa una reducción gradual, pero ahora estamos en un momento crítico por la incertidumbre que genera no saber cómo reponer stocks”, dijo.
Hace semanas que se observa una reducción gradual, pero ahora estamos en un momento crítico por la incertidumbre que genera no saber cómo reponer stocks.
Un reclamo parecido hizo desde la Cámara Argentina de Empresas de Nutrición Animal (CAENA), a través de un comunicado en que se denuncia “la imposibilidad de giro de divisas al exterior dada la restricción de cupos establecida y la falta de alternativas de financiación a través de los proveedores o entidades bancarias están generando quiebres de stocks, que tornan la situación crítica”.
Una visión divergente, sin embargo, manifestó el empresario Daniel Rosato, presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA) consideró que las dificultades para importar reflejan “una situación transitoria”, ya que el Banco Central -dijo- “encontrará rápidamente una solución, porque fue una decisión de ese organismo la que provocó los inconvenientes”.
Rosato recordó que el Banco Central dispuso que alrededor de 20.000 pymes puedan acceder hasta a un millón de dólares para importar, pero aclaró: “Afuera quedaron las pymes que necesitan divisas por encima de esa cifra, que deben ahora financiarse con recursos propios o a través de bancos”, con un costo más caro por dólar.
