Una vez más, como viene pasando de forma repetitiva hace años, el dirigente Armando Cavalieri logró imponer a su gente en la junta electoral del Sindicato de Empleados de Comercio, uno de los más importantes del país.
En una asamblea con voto a mano alzada, la lista oficialista obtuvo alrededor de 6.000 apoyos, contra los 2.000 de la Granate, la lista opositora. La primera, que responde a quien es el líder del gremio desde 1986, se quedó con todos los asientos en la junta electoral y podrá imponer su propio padrón, lo que le da una ventaja para la próxima elección.
La asamblea se llevó a cabo en Parque Norte, que pertenece al gremio, con un significativo operativo de seguridad. Durante el ingreso, se produjeron algunos forcejeos entre los militantes de cada uno de los sectores, pero se logró evitar un choque frontal entre ellos. Para eso, se tomó la decisión de levantar unas enormes vallas entre los afiliados de cada lista.
Cavalieri, el histórico dirigente de Comercio, contó que sintió a la jornada como "un doble triunfo", ya que no solo ganó su lista sino que considera que fue una victoria "de un estilo de sindicalismo que aspira a la unidad nacional para encontrar las soluciones que necesitamos", según informó La Nación.
Por otro lado, Ramón Muerza, el dirigente opositor, denunció: "Nos volvieron a robar". Añadió: "El Ministerio de Trabajo debe intervenir y fiscalizar". "Nuestra gente -relató- tuvo cuatro cacheos, controles, y a la gente de Cavalieri no la controló nadie".