Néstor Kirchner le da la espalda al público mientras detrás suyo se proyecta el video de un glaciar que se rompe abruptamente y que anuncia la llegada de algo (o alguien) nuevo. Así empieza la obra de teatro Néstor, el presidente militante, escrita y dirigida por Enrique Federman y protagonizada por Néstor Sánchez. La obra, que es una adaptación del libro de Gabriel Pandolfo que cuenta la historia de la vida política de Kirchner desde sus inicios como un estudiante militante en la Universidad de La Plata hasta su llegada a la presidencia en el año 2003.
Néstor, el presidente militante, ofrece una mirada sobre el expresidente desde todos lados. Recorre el perfil fuerte y decisivo que lo convirtió en uno de los presidentes latinoamericanos más relevantes de los últimos tiempos. Pero también se mete en su intimidad. Allí es donde sobresalen la relación con Cristina, el amor de toda su vida, y los problemas de salud que desencadenaron su muerte.
Federman y Sánchez no se privan de nada y le cuentan a Diario Con Vos cómo hicieron para retratar las luces y sombras de Néstor: desde su compromiso y convicción política hasta las causas que enfrentó por enriquecimiento ilícito.
–¿Cómo fue el proceso de adaptación de la obra?
Enrique Federman: –Gabriel Pandolfo fue mi compañero de la secundario y escribió un libro de Néstor. Tuve acceso a ese libro y se me despertaron las ganas de hacer la obra. La adaptación es textual porque el libro está compuesto por algunos textos de Pandolfo pero también por muchos discursos de Néstor y reportajes. El gran desafío fue otro: a mí no me gusta el "teatro Wikipedia", que te cuenta todo y te explica todo. Donde el espectador no tiene la posibilidad de participar ni de desarrollar su propio pensamiento e imaginación. Es un teatro que te da todo servido y pasteurizado.
Además, en el libro hay muchos datos y fechas. Parte de la tarea más interesante era traducir todo esa información en algo teatral. Entonces, empecé a inventar escenas que, por supuesto, no existen en el original para hacer más amable la digestión de tanta información.
–¿Cristina estaría de acuerdo con el modo en que los mostrás a Néstor y a ella?
E.F.: –En cuanto a lo que mostramos, creo que sí estaría de acuerdo. En cuanto al cómo, es difícil saberlo porque ella es la persona que más lo conocía.
Siempre nos planteamos con Néstor ir a de poco. El espectáculo comienza con Néstor de espaldas y apenas tocado por una luz. Ir mostrándolo de a poco. Esta es una de las tantas elecciones que hay en el trabajo.
El día del estreno fue Carlos Zannini, que es alguien que lo conoció desde los 20 y pico, quedó chocho. Solamente agregó que Néstor era "un poco más loco y exagerado", pero no es que dijo que no se parecen o que nada que ver, ¡al contrario! Y se trata de alguien que lo acompañó muchísimos años, desde la Caja de Previsión Social de Río Gallegos.
–¿Cómo hiciste para balancear al Néstor tenaz y militante con el Néstor de cuerpo frágil a causa de sus problemas de salud?
E.F.: –Lo vinculado a lo físico, a la salud y al alcohol, es algo que me enteré leyendo el libro y que me impactó mucho. Ese "crack" es algo que se escucha a lo largo de la obra y es una metáfora para lo que le pasó a él, porque se le rompió el corazón de tal manera que no había forma de repararlo. Me pareció que por esa línea dramática podía llevar adelante la obra. Además, si vos buscas en Internet, no hay referencias a la salud. Es un dato que a mi me sorprendió y que me ayudó en el momento de trazar la estructura de la obra.
–¿Es la primera vez que actúas completamente solo en el escenario?
Néstor Sánchez: –Yo creo que el teatro es un trabajo en equipo pero nunca había estado en el escenario solo. No me animaba y justo me animé con algo muy desafiante y muy conmovedor para mí y para la gente. Todo empezó cuando el 24 de enero de este año me envía un mensaje Enrique Federman y me pide que hiciera el casting para la obra. A partir de ahí, yo me sumergí en el trabajo de la vida de Néstor y empecé a verlo y a escucharlo. Pero, como es un personaje tan grande, estuve meses sin contarle a nadie sobre la obra porque la producción no quería que trascendiera de antemano. Así que tuvimos que mantenerlo oculto por un tiempo.
¿Néstor, cómo te preparaste para hacer de Néstor Kirchner?
N.S.: –Me llevo meses de trabajo prepararme. Estuve desde febrero hasta principios de junio. Conté con la ayuda de Paloma Iturri con el tema de la voz, con quien hice un zoom una vez y me dio unas indicaciones muy buenas, así que le estoy muy agradecido. Ella me dijo que me fije en YouTube y que mire los videos de Néstor en distintas velocidades pero, sobre todo, en cámara lenta. Eso me ayudó muchísimo. También mi mujer se reía de mí porque yo hablaba solo en la cocina de mi casa y salía a caminar por las sierras e iba leyendo el texto que ahora parece un papiro.
Yo le dediqué muchas horas, casi como una obsesión y estaba todo el tiempo practicando con la lengua para que parecerme a Néstor. Miré muchos videos, muchos videos. Hasta los chistes que hacía con los chicos de Caiga Quien Caiga (Telefe). También la colaboración de Enrique fue muy importante porque me ayudó a ordenarme con la puesta y la forma que después fue tomando. Además, como yo siempre digo, el teatro es música, es ritmo. Cuando vos le enganchás el texto a ese ritmo, todo se vuelve orgánico.
–La obra toca momentos delicados tanto de la vida de Néstor como la de Cristina.
N.S.: –El espectáculo tiene sus observaciones sobre el comportamiento económico, sobre cómo acrecentaron la fortuna. Hay gente que se enoja porque eso está y la verdad que es parte de la realidad. Una amiga mía me dijo: "Si alguien piensa que es un Dios, que lo vaya a buscar a la Iglesia".
Néstor, el presidente militante está los domingos y lunes a las 20.30 hs. en el teatro Dumont 4040, entradas disponibles en Alternativa Teatral.