El director del Museo Nacional de Arte Decorativo (MNAD), Martín Marcos, presentó su renuncia indeclinable al ministro de Cultura Tristán Bauer con una durísima carta tras que desaparecieran 20 piezas de acervo y se están investigando las causas
Marcos se encontraba dirigiendo la institución desde 2017 y decidió renunciar luego de una intervención de 90 días que iba a terminar en septiembre por una serie de situaciones detectadas por el área de museología en el inventario del patrimonio del museo.
"En cualquier gestión existen responsabilidades, jerarquías y roles por encima y por debajo de un Director y en este caso es evidente que esas responsabilidades se quieren desviar quieren licuar o desviar haciendo de mí un “chivo expiatorio” con la intención, hoy más que explicita, de desacreditarme, ensuciarme y así correrme de un cargo al que accedí por mérito y antecedentes mediante un concurso público limpio e inobjetable, respaldado por numerosas evaluaciones anuales de desempeño con calificaciones siempre altas y muy altas”, escribió en su carta de renuncia.
Los objetos que desaparecieron son tres jarrones de porcelana con forma de ánfora ubicados en la sala antecámara Imperio, seis objetos de vidrio y cristal de distintas manufacturas suecas del siglo XX, de diferentes tamaños y formas, ubicados en la sala denominada “exboutique” del subsuelo, una pintura al óleo “San José con El Niño”, un anónimo de la Escuela de Murillo de España del siglo XVII y la pintura al óleo “Retrato de Infanta”, otra obra anónima de la Escuela Española del Siglo XVII.
La interventora nombrada fue la directora nacional del Museos, María Isabel Baldasarre, que comenzó a trabajar en el museo el 1 de marzo. Durante el tiempo que duró el procedimiento, Marcos dejó de recibir un sueldo. El 1 de junio dejó de estar suspendido, pero no le permitieron regresar a su cargo como director, sino que sugirieron que desempeñe tareas en otro despacho ubicado en el entrepiso del museo donde le asignarían nuevas tareas.
“Es obvio que no se puede eliminar por decreto una designación que está vigente y que es mi derecho y obligación ejercer”, escribió y agregó que "luego de 15 días de presentarme a trabajar regularmente y sin funciones ni tareas asignadas he decidido replantearme esta situación”.
Es sabido que cualquier museo que se audite hoy en la Argentina revelará situaciones y recomendaciones similares, o aún más complejas.
Además, explicó que fue él mismo quien realizó la denuncia de los robos y faltantes "siguiendo todos los protocolos establecidos para esas situaciones”.
“Es sabido que cualquier museo que se audite hoy en la Argentina revelará situaciones y recomendaciones similares, o aún más complejas, respecto de sus colecciones, depósitos de guarda, condiciones y limitaciones edilicias, y/o debilidades en términos de seguridad", consideró.
Por eso se preguntó que hará el Ministerio de Cultura de la Nación al respecto: "¿intervenirlos a todos? ¿Suspender a todos los directores y directoras? ¿Poner en cuestión y sumariar a todos los agentes que integran las áreas de museología? Las auditorias sirven para detectar, corregir y mejorar aspectos de la gestión. Esa es su función y son necesarias y bienvenidas. Siento que aquí la finalidad es otra”.
