Tres delincuentes robaron un colectivo y recorrieron casi 21 kilómetros mientras la policía los perseguía. "No sé si estaba drogado o no, pero la tenía clarísima manejando", dijo el dueño.

En una persecusión propia de una pelicula de acción, tres hombres fueron perseguidos por quince patrulleros hasta que fueron atrapados por efectivos de la policía. Todo comenzó el domingo por la noche en Mataderos cuando los delincuentes decidieron ingresar a un depósito de una empresa de transporte.

Justo cuando estaban robando uno de los micros, el dueño del depósito se encontraba paseando a su perro por las afueras del establecimiento. Fue ahí que se dio cuenta que lo estaban asaltando  y decidió perseguirlos.

“Que me robaran el micro fue una casualidad, saqué a pasear al perro y veo que se me están llevando el micro. Yo vi tres delincuentes, no les vi la cara. Empecé a seguirlos porque justo pasó un amigo mío con el auto. Le di el perro a mi pareja, llamé al 911 y los perseguimos. Después durante la persecución los perdimos, pero seguía comunicado con la policía″, dijo el dueño.

Que me robaran el micro fue una casualidad, saqué a pasear al perro y veo que se me están llevando el micro.

Dueño del micro

Fue así que comenzó una larga persecusión que involucraba a los ladrones, cada vez más patrulleros y hasta el dueño del micro. De un carril al otro, por todo lo ancho, el conductor del colectivo buscaba la forma de librarse de los efectivos. Incluso comenzó a chocar autos, a la altura de Camino Negro, para hacerse lugar.

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En un momento, cuando la cosa se puso complicada, los otros dos delincuentes decidieron abandonar al conductor y decidieron arrojarse del vehículo para escapar. Uno de los patrulleros intentó atravesarse pero terminó destrozada ante el avance del colectivo.

Acto seguido, el conductor del colectivo comenzó a disparar contra los efectivos que lo seguían. Luego, la policía comenzó a disparar a las ruedas del vehículo. Fue ahí que los policías lograron frenar el colectivo y así detener al delincuente. Afortunadamente, nadie salió herido.