Un hombre de 50 años sufrió una descompensación en diciembre de 2020, su esposa llamó a emergencias de su obra social para que sea atendido, pero murió infartado tras ser atendido por un falso médico.

El hombre, Víctor Calvo de 50 años, sufrió un malestar en medio de una reunión familiar y su esposa se comunicó al número de emergencias de su obra social Osdepym. Tras varios llamados y ninguna respuesta, un hombre vestido como médico de la empresa UrgencyDom llegó a la casa y luego de una breve inspección le hizo un electrocardiograma. Al ver que se trataba de un infarto hizo lo posible para retirarse del lugar.

Juan Nicolás Olivares García dijo al matrimonio que deberían dirigirse al centro de salud. A pesar de los pedidos del paciente de ser trasladado inmediatamente en ambulancia, él "médico" se negó alegando que no podía porque en la ambulancia había coronavirus. Antes de irse, le avisó a la esposa del paciente que el hombre estaba teniendo un infarto.

Aunque intentaron por sus propios medios llegar al centro de salud, era demasiado tarde. Calvo estaba sufriendo un cuadro de ansiedad y estrés y se terminó desmayando en plena calle Libertador. Falleció instantes más tarde.

La esposa llamó desesperada al 911 y la conversación quedó registradas en audios. Según estudios posteriores, las chances -sin el tiempo perdido- eran de un 1% de que el paciente muriera. El "médico" estuvo 40 minutos atendiéndolo y según el juez “se evidencia un tiempo excesivo para tan poco en una supuesta atención médica de un paciente con el cuadro descripto”.

Se descubrió que el hombre que atendió a Víctor suplantó la identidad de un neurocirujano infantil.

Gracias a su investigación, se descubrió que el hombre que atendió a Víctor suplantó la identidad de un neurocirujano infantil. “Para aquella persona lo importante no era la situación de peligro de muerte que estaba transitando Calvo en la vía pública, a quien había examinado, por casi cuarenta minutos, escaso tiempo antes; ni informarse de lo que estaba sucediendo para actuar rápidamente a su llegada. Lo relevante para ese hombre era instalar en la mente de Fechino que ella y su pareja se habían negado a ser trasladados", escribió el juez en el procesamiento.

Finalmente, fue trasladado al Instituto Cardiovascular con el supuesto médico viajando adelante, con el chofer. Lo único que les dijo fue que el paciente decía tener dolor en el pecho, pero la esposa se había quedado con el papel que mostraba el electrocardiograma donde se veía que ya estaba en proceso de infarto. Misteriosamente, ese documento desapareció.

Para el Juez el falso médico demoró la atención de Calvo “por el egoísta fin de no ser descubierto en cuanto a que no era médico y estaba actuando como tal".

Para el Juez el accionar acreditado de quien se presentara como médico en el domicilio de Calvo le privó de una verdadera oportunidad para salvar su vida, "llevándolo así a su muerte" y sostuvo que la única razón por la cual demoró la atención de Calvo fue “por el egoísta fin de no ser descubierto en cuanto a que no era médico y estaba actuando como tal. Así, Olivares García hizo desperdiciar a Calvo minutos vitales para salvar su vida”.