César Ortiz, el narcotraficante paraguayo conocido como "Gordito lindo", logró escaparse por un muy corto tiempo. Si bien lo agarraron a tres cuadras del penal, el criminal había encontrado una forma muy creativa de engañar a sus guardias. Se disfrazó de mujer y salió, caminando, por la puerta grande de la cárcel.
El segundo al mando en el Clan Rotela se calzó una peluca, se puso maquillaje, uñas postizas, una pollera azul y un corpiño. Su fuga desató un motín en la cárcel en la que estaba, en las afueras de Asunción, que duró varias horas.
Desde el diario ABC Color informaron que el preso utilizó un día de visita para entrar a una habitación privada junto a una mujer. Una vez ahí dentro, se disfrazó. El engaño funcionó, y "Gordito" logró salir de la prisión. Su escape quedó filmado por las cámaras de seguridad, que mostró cómo el narcotraficante tenía un barbijo y cargaba varios bolsos.
La rauda captura de Ortiz llevó a un motín en la cárcel. Los presos del Clan Rotela armaron la rebelión para reclamar que "Gordito" permanezca en la prisión de la que acababa de escapar y no fuera trasladado a otro penal. Aún así, las autoridades lo mandaron a la penitenciaria de Emboscada.
Debido a la fuga, se detuvo a cuatro personas y el ministro de Justicia paraguayo, Édgar Olmedo, intervino la prisión y echó a Manuel Garay, el director de la cárcel, y a otros funcionarios. Olmedo explicó: "Los agentes penitenciarios habilitaron los portones de salida". "Evidentemente -añadió- se muestra una desidia, sea una inexperiencia o negligencia".
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