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Columnistas

Cuidar a la cuidadora

Recientemente hemos sido testigos del desesperado pedido de la mamá del músico Chano, en el Senado. Marina Champertier participó de una intensa jornada de reflexión y debate, pidiendo la reforma en la Ley de Salud Mental en Argentina. Lo que podemos observar al mirarla y escucharla, es una madre sufriente pero con una valentía y una fuerza necesaria de destacar.

Pero esa fuerza y ese dolor nos llevan irremediablemente a la pregunta ¿Quién cuida del cuidador? ¿Quién está cuidando y sosteniendo a Marina Charpentier en esta lucha por su propio hijo?

Desde ya aclaramos que este tema para Mujeres 5.0 es de suma importancia y cuidado. Trataremos de tocar este tema con el mayor de los respetos y con el único objetivo de tomar conciencia y acompañar a “las cuidadoras” que tan solas están en su lucha.

A las Mujeres 5.0 les toca en esta etapa, en general, el cuidado de sus propios padres (tema doloroso y de la vida misma), pero a veces también el cuidado de alguien enfermo dentro del núcleo familiar.

Ahora bien, en el caso de una lesión cerebral sabemos que tiene un impacto no sólo en la persona que la sufre sino también sobre su familia y entorno más cercano. Debido al daño cerebral el paciente sufre una serie de consecuencias físicas, cognitivas y emocionales que alteran su funcionalidad y autonomía y esto lleva a una pérdida de independencia que recae, invariablemente, sobre los familiares más directos.

Los familiares, por otro lado, atraviesan una intensa situación de estrés tras la lesión, aparece un sentimiento de pérdida ya que nuestro familiar no es el que era y surge la necesidad de modificar los roles familiares para ajustarse a esta nueva situación. A todo lo anterior hay que añadir lo prolongado de los tratamientos, los efectos de la hospitalización y el aislamiento social derivado de la misma. Todo ello supone una sobrecarga emocional y física que se conoce con el nombre de Síndrome del Cuidador.

El Síndrome del Cuidador es un trastorno que se presenta en personas que desempeñan el rol de cuidador principal , en este caso, de un familiar directo.

El Síndrome del Cuidador es un trastorno que se presenta en personas que desempeñan el rol de cuidador principal , en este caso, de un familiar directo. Se caracteriza por el agotamiento físico y psíquico. El cuidador o la cuidadora, tiene que afrontar de repente una situación nueva para la que no está preparada y que consume todo su tiempo y energía. Se considera producido por el estrés continuado (no por una situación puntual) en una lucha diaria contra la enfermedad, y que puede agotar las reservas físicas y mentales del cuidador.

¿Cuál es el perfil de una cuidadora Mujer 5.0?

Mujer de edad media que:

  • Se enfrenta al cuidado de un familiar directo con determinada enfermedad que lo lleva a depender del otro (pareja, madre, padre, hijo, hija)
  • Es sumamente voluntariosa, aguerrida y por suerte obstinada.
  • Trata de compaginar el cuidado de su familiar con sus responsabilidades ordinarias,
  • Cree que ésta será una situación llevadera y que no se prolongará demasiado tiempo y espera ser ayuda por su entorno más cercano.

Pero a medida que el tiempo va pasando, la cuidadora, poco a poco:

  • Va asumiendo una gran carga física y psíquica.
  • Se responsabiliza por completo de la vida del afectado (medicación, visitas médicas, cuidados, higiene, alimentación, etc.).
  • Va perdiendo paulatinamente su independencia ya que el enfermo cada vez le absorbe más.
  • Se desatiende a sí mismo: no toma el tiempo libre necesario para su ocio, abandona sus aficiones, no sale con sus amistades, etc. y acaba paralizando, durante largos años, su proyecto vital.
  • Y en los mejores casos, a medida que pasa el tiempo, la calidad de vida del afectado va mejorando considerablemente, mientras que la de la cuidador va decayendo.

Estemos atentos a los principales síntomas de alarma que nos deben hacer sospechar de la existencia del Síndrome del Cuidador que pueden ser los siguientes:

  • Agotamiento físico y mental
  • Labilidad emocional: cambios de humor repentinos
  • Depresión y Ansiedad
  • Conductas de consumo abusivas: tabaco, alcohol, comida.
  • Trastorno del sueño
  • Alteraciones del apetito y del peso
  • Aislamiento social
  • Dificultades cognitivas: problemas de memoria, atención.
  • Problemas laborales
  • Presión alta, dolores musculares, cefaleas intensas.
  • Estrés.

También aparecen una serie de emociones en conflicto que llevan a un sentimiento de culpa por no poder cubrir las expectativas del cuidado “¿ideal?” de su familiar enfermo. Muchas de ellas expresan que quisieran hacerlo mejor y estar de mejor ánimo, que la situación se les escapa de control, que no están a la altura de las circunstancias, etc ,etc.

Las mismas se enfrentan a un nuevo rol en el seno familiar, a nuevas responsabilidades y además al cambio casi total de vida general y de la profesional. Muchas deben dejar su profesión en este cambio de roles.

Ahora, ¿Quién las cuida a ellas,? ¿Quién cuida de la cuidadora? ¿Quién cuida del verdadero sostén emocional en esta nueva trama de conflicto?

Por eso necesitamos tomar conciencia del valor fundamental de la cuidadora Mujer 5.0 para resguardarla lo mejor posible y darle fuerza para poder cuidar y cuidarse. Que no lo haga en soledad, ya que no es el único cuidador en líneas generales. Tratar por todos los medios de que lleve una vida sana tanto en su alimentación, sueño ( mínimo 8 horas diarias), actividad física y social. Las actividades placenteras son fundamentales. A veces solo una buena charla con risa incluidas, valen más que cualquier remedio.

El acompañamiento de la persona cuidadora es fundamental. Es lo que deberíamos sostener todos los que estamos cerca para que, en definitiva, el familiar enfermo pueda recuperarse o vivir su enfermedad lo mejor posible. La cuidadora en general se siente sola y busca fuerzas donde hay veces que ya no hay. Pero como siempre decimos en Mujeres 5.0, lo esencial es tomar conciencia, que sepan que no están solas y que se puede pedir y encontrar ayuda para seguir ayudando, cuidado para seguir cuidando, afecto para seguir danto amor… y así tantas cosas mínimas que son muy necesarias.

Es importante que la cuidadora tome conciencia de sus limitaciones, que no se imponga exigencias desmesuradas. El compartir tareas y emociones para que no recaiga todo en una sola persona. Mantenerla bien informada de lo que necesita el enfermo para que pueda gestionar cómodamente las tareas de cuidado y ponerse objetivos a corto plazo para evitar la frustración.

En definitiva, el cuidar a la cuidadora es fundamental para la Mujer 5.0 y para toda persona que se encuentre en ese rol.

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