Una escalofriante jornada vivieron los jugadores del Saint Étienne en Francia. No sólo porque el club perdió la serie de promoción frente al Auxerre y descendió a la segunda división francesa, sino porque, cuando terminó el partido, miles de hinchas invadieron el campo de juego e intentaron agredir a los jugadores.

La masiva invasión al campo de juego se produjo luego de que el Auxerre convirtiera el último penal de una tanda que definió su ascenso a la Ligue 1 y la consecuente pérdida de categoría del Saint Étienne.

La tensión y el dramatismo fueron creciendo desde el partido de ida, que terminó empatado a uno. Ante su público, Saint Étienne repitió el resultado y cayó en la tanda definitoria, lo que desató la rabia de sus ultras.

Entonces, miles de fanáticos locales quebraron las medidas de seguridad del estadio Geoffroy-Guichard y obligaron a los futbolistas de ambos equipos a correr hacia los vestuarios para evitar agresiones.

Además, los ultras del Saint Étienne arrojaron múltiples bengalas a la policía, que debió extremar recursos para evitar que la cuestión pasara a mayores.

El Saint Étienne -máximo ganador de la Ligue 1 junto con PSG con 10 títulos- debió jugar esta eliminatoria a ida y vuelta por la permanencia después de haber quedado antepenúltimo (18º) en la última Ligue 1. Tras caer en los playoffs, los ‘Verts’ seguirán los pasos de los otros dos equipos que descendieron a la segunda división, Metz y Burdeos. Regresarán a esa categoría luego de 18 años.

Por su parte, el Auxerre, que no jugaba en la primera división francesa desde 2012, quedó tercero en la clasificación de la última Ligue 2 y acompañará a Toulouse y Ajaccio, que consiguieron las dos plazas de ascenso directo.

Los incidentes en suelo francés se producen a menos de 24 horas de los desmanes que obligaron a retrasar el comienzo de la final de la Champions League entre Real Madrid y Liverpool que se disputó en el Stade de France de París.