A causa de las lluvias torrenciales, aludes e inundaciones que afectan el nordeste de Brasil desde el martes, 56 personas han muerto y más de 50 otras continúan desaparecidas. Además, más de 4.490 brasileños se vieron obligados a abandonar sus hogares en la zona de emergencia.

Las ciudades más afectadas son Recife y Olinda donde se están llevando adelante operaciones de asistencia y rescate. El número de fallecidos sigue ascendiendo y hasta este domingo, "se confirmó la muerte de 56 personas, y otras 56 permanecen desaparecidas en los municipios de Recife y Olinda. También hay registro de 3.957 personas sin hogar”, informó en un comunicado la Defensa Civil de Pernambuco.

Las tormentas provocaron deslizamientos de tierras, el desborde de ríos y el torrente de lodo que arrasó todo a su paso. La lluvia de solo el sábado alcanzó el 70% de lo esperable en todo el mes.

Las fotografías y videos del desastre que allí acontece siguen preocupando a todo el país mientras se prevé que siga lloviendo en los próximos días. El presidente Jair Bolsonaro prometió visitar el estado de Pernambuco el lunes para seguir de cerca la tragedia.