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Sociedad

Echaron a un científico de origen argentino que estaba perfilado para el premio Nobel por acusaciones nebulosas

David Sabatini era, al menos hasta hace tres años, uno de los científicos más importantes de su generación, sobre todo en su especialidad. Se dedicaba a la biología molecular, y coordinaba un equipo de 39 profesionales que investigaban una proteína fundamental en el crecimiento de los tumores, que el mismo Sabatini había descubierto. El desarrollo de la investigación podía llevar a salvar miles de vidas, y Sabatini, el científico a cargo, podría recibir el premio Nobel por su trabajo.

Hoy, Sabatini está desempleado y es, al menos en buena parte de Estados Unidos, incontratable. Las veces que lo llamaron a trabajar en universidades, los mismos estudiantes y parte del cuerpo docente protestaron contra su presencia.

La estrepitosa caída de este científico de primer nivel, y de origen argentino, comenzó cuando pasó una noche con Kristin Knouse, una científica dedicada al cáncer de 29 años. Ella no trabajaba bajo su órbita, aunque ambos llevaban a cabo sus tareas en la misma institución, Whitehead. Él acababa de separarse de quien fuera su esposa.

Un mes después de ese primer encuentro, mientras Knouse y Sabatini mantenían una relación abierta, Whitehead instituyó una política según la cual los jefes de departamento no podían tener relaciones sexoafectivas con otros empleados. Ni Knouse ni Sabatini explicitaron, en ese momento, su relación.

Con el tiempo, la relación entre los científicos se fue deteriorando, y comenzaron a dejar de hablarse. Sabatini, en ese período, comenzó una nueva relación de pareja. Si bien ellos permanecieron en buenos términos, intercambiando mensajes esporádicos, todo cambió en octubre del 2020, cuando Knouse acusó a Sabatini de "acoso". Paralelamente, dos empleados de whitehead denunciaron que Sabatini imponía una "bro-culture" en su lugar de trabajo, una forma de hablar de una cultura masculinizada en el laboratorio, donde prácticas típicamente asociadas a la masculinidad hegemónica son premiadas.

La empresa lanzó una investigación interna, que duró alrededor de un año, y concluyó en agosto del 2021. A Sabatini lo despidieron del MIT, donde enseñaba, la fundación que le pagaba el sueldo dejó de hacerlo, y renunció a su trabajo en Whitehead.

Las conclusiones del informe que llevó a su despido, y la perdida de todos sus ingresos, se basaban esencialmente en el hecho de que no le contó a Recursos Humanos de la empresa que estaba saliendo con Knouse. Además, lo acusaron de crear un ambiente "sexualizado" en el laboratorio, y afirmaron que su relación con Knouse iba contra el "espíritu" de las políticas de Whitehead.

"Aunque no encontramos ninguna evidencia de que Sabatini discrimina o no apoya a las mujeres en su laboratorio, creemos que su propensión a gravitar hacia aquellos que comparten sus atributos preferidos, como los logros científicos o la visión de la 'ciencia sobre todo lo de más' crea obstáculos para los miembros femeninos del laboratorio", afirmaron.

Ahora, Sabatini presentó una demanda en la Justicia de Estados Unidos contra Knouse, el laboratorio Whitehead y Ruth Lehman, la presidenta de aquella institución que decidió su despido. Knouse, por su parte, también presentó una demanda contra Sabatini por "grooming", que se podría traducir como adiestramiento o acoso sexual de menores, aunque ambos eran adultos durante toda su relación. Al mismo tiempo, laboratorios chinos, rusos y de los Emiratos Árabes Unidos le ofrecieron impresionantes contratos a Sabatini, según informó la periodista estadounidense Suzy Weiss.

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