El gobierno de Vladimir Putin prohibió la entrada de Joe Biden a Rusia de forma permanente, en respuesta a las sanciones que Estados Unidos aplicó por la invasión a Ucrania por parte del Kiev.
“Las acciones hostiles de Washington se volverán como un bumerán contra EEUU y serán rechazadas como es debido”, afirmó el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia.
Moscú subrayó que “las contrasanciones rusas tienen carácter obligado y apuntan a obligar al régimen gobernante estadounidense, que intenta imponer al resto del mundo un orden mundial neocolonial basado en reglas, a cambiar su conducta y a reconocer las nuevas realidades geopolíticas”.
Además de Biden, otros 962 ciudadanos estadounidenses fueron incluidos en la lista negra de Moscú. Entre ellos, figuran el secretario de Estado, Antony Blinken, el titular de Defensa, Lloy Austin, y el director de la CIA, William Burns.
El régimen gobernante estadounidense intenta imponer al resto del mundo un orden mundial neocolonial basado en reglas, a cambiar su conducta y a reconocer las nuevas realidades geopolíticas.
“Rusia no busca la confrontación y está abierta a un diálogo franco, respetuoso, diferenciando al pueblo estadounidense, que siempre ha gozado de nuestro respeto, de las autoridades de EEUU, que alientan la rusofobia, y de aquellos que les sirven. Precisamente estas personas se incluyen en la ‘lista negra’ rusa”, añadió Exteriores.
Las sanciones de Rusia fueron anunciadas poco después de que Estados Unidos informara de que Biden promulgó en Seúl el proyecto de ley que contempla un paquete de ayuda adicional a Ucrania por casi 40.000 millones de dólares.