Autoridades estadounidenses descubrieron un túnel que era utilizado por narcotraficantes, ubicado entre Tijuana, en México, y San Diego, en Estados Unidos. El hallazgo se dio mientras vigilaban una propiedad que funcionaba como escondite y almacén para el contrabando de cocaína, del lado norteamericano.
El pasaje estaba construido a 18 metros de profundidad, mientras que contaba con 531 metros de largo y 1,2 metros de ancho. Dentro del túnel había una importante infraestructura que incluía: una vía férrea, electricidad, sistema de ventilación, barandas y apuntalamiento de acero.
El túnel narco estaba construido a 18 metros de profundidad, con 531 metros de largo y 1,2 metros de ancho. Además, tenía una vía férrea, electricidad, sistema de ventilación, barandas y apuntalamiento de acero.
Según el comunicado del fiscal federal del Distrito Sur de California, seis personas fueron acusadas "de asociación delictiva para el tráfico de 799 kilos de cocaína". Además de esa droga, las autoridades también incautaron 74 kilos de metanfetamina y 1,5 kilos de heroína.
Los oficiales que investigaban la causa de narcotráfico vieron vehículos que entraban y salían de una propiedad en Tijuana y el almacén en San Diego el 13 de mayo. Tras detener a los implicados, se incautó la droga y cuando ingresaron al almacén, encontraron la salida del túnel transfronterizo.
No es el primer túnel descubierto de estas características, ni mucho menos. Desde 1993 se encontraron al menos 90 pasajes en la frontera de California con México, muchos de un alto nivel de infraestructura. El último descubrimiento previo a este fue en 2020, y es el más largo hasta la fecha, con una longitud de 1313 metros.
