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Columnistas

Philippe Coutinho, el peor negocio en la historia del fútbol

Esta semana se confirmó que el Aston Villa pagará 20 millones de euros por el pase del brasilero: seis veces menos que lo que pagó Barcelona en 2018. El largo y sinuoso camino de uno de los mejores volantes del mundo.

La temporada de pases del fútbol europeo se adelantó y comenzó con la llegada de Erling Haaland al Manchester City, club donde jugaba su padre cuando nació. La otra novela la protagonizará Kyllian Mbappé, que queda libre del PSG y podría terminar en Real Madrid. Hay dudas también sobre la continuidad de Cristiano Ronaldo en Manchester United. Hay otros pases, menores, que se van concretando. Uno de ellos es el de Philippe Coutinho, que se va al Aston Villa de manera definitiva desde Barcelona, que en 2018 pagó 120 millones de euros más variables y donde nunca pudo brillar. De ser el potencial ladero de Lionel Messi al peor negocio de la historia.

"Solo quiero agradecer al presidente por todo el esfuerzo y la paciencia que tuvo conmigo y a todos los dirigentes que ayudaron en este proceso. Estoy muy contento y muy feliz de estar aquí. Es mi sueño, espero responder en el campo a las expectativas". Así se presentaba el 8 de enero de 2018. Seis meses, antes el PSG había ejecutado la cláusula de salida de Neymar por 222 millones de euros y desmanteló la famosa MSN que formaba con Messi y Luis Suarez.

Como jugador del Barcelona.

Automáticamente, el club usó más de la mitad de esa plata para comprar al francés Ousmane Dembelé, que tenía 20 años y volaba en Alemania. La segunda parte del plan fue el brasilero, el armador de una delantera del Liverpool que prometía dominar el mundo en breve: Sadio Mané, Roberto Firmino y Mo Salah. Con parte del dinero que ingresó por él llegó Virgil Van Dijk para gestar el equipo que un año después ganaría la Champions y que en semifinales revirtió una serie imposible contra el Barcelona de… Coutinho, que fue titular en ambos juegos. Su venta sigue siendo la tercera más alta de la historia.

El brasilero era el encantador de serpientes que dirigía el heavy metal que proponía Jurgen Klopp, quien intentó persuadirlo para que se quedara.

El brasilero era el encantador de serpientes que dirigía el heavy metal que proponía Jurgen Klopp, quien intentó persuadirlo para que se quedara, pero solo lo retuvo medio año hasta que lo vendieron. Incluso, le dijo una frase que terminó siendo premonitoria: “Quédate aquí y acabarán construyendo una estatua en tu honor, vete a otro lugar, a Barcelona, al Bayern Múnich o al Real Madrid, y serás otro jugador más”. Con los Reds había perdido una Premier League que tenían ganada, una final de la Copa de la Liga y otra de la Europa League. Barcelona le permitía jugar con Messi, Suárez, Sergio Busquets y Gerard Piqué seis meses antes de la Copa del Mundo de Rusia 2018.

Pero su inicio no fue el mejor, ya que la revisión médica arrojó que no estaba apto. "El jugador del primer equipo Philippe Coutinho presenta una lesión evolutiva en el recto anterior del muslo derecho. El tiempo de baja se sitúa alrededor de los veinte días".

Llegó para reemplazar a Neymar, a quien conoce desde los seleccionados juveniles de Brasil: fueron compañeros en el Mundial Sub 17 de 2009 en Nigeria, donde quedaron eliminados en primera ronda. Dos años después, en el Mundial Sub 20 de Colombia, Brasil fue campeón con Coutinho como titular, pero sin su amigo que se quedó para ganar la Copa Libertadores con Santos. Sin embargo, la primera vez que se destacaron juntos fue en el prestigioso torneo internacional Mediterranean International Cup en 2008 (se realiza anualmente en Girona, Catalunya), donde jugaron Messi, Marcelo o Jordi Alba. Fue ahí cuando Inter lo contrató, pero lo dejó dos años más en Vasco Da Gama, donde logró el ascenso a la Serie A brasilera.

Con Neymar, jóvenes.

En Inter debutó en julio de 2010, durante la pretemporada en Estados Unidos, con 18 años. El equipo italiano venía de ganar liga, Copa Italia y Champions League con José Mourinho que se había ido a Real Madrid. Durante dos temporadas no tuvo continuidad y se fue a Espanyol, donde lo dirigió Mauricio Pochettino durante seis meses como escala previa a Liverpool a donde lo esperaban Steven Gerrard y Luis Suarez. No le alcanzó para entrar en la lista para el Mundial, pero fue parte de la renovación tras el papelón del 7-1 contra Alemania en semifinales.

Su llegada a Barcelona, además, tenía un carácter simbólico. Si bien el 10 es el número más emblemático del fútbol (Coutinho lo usó en Liverpool), en el Camp Nou hay dos que resaltan: uno es el 4 que es usado por los volantes centrales, como llevaba Pep Guardiola, y otro es el 14 que remite siempre a Johan Cruyff, el hombre que brilló como jugador y revolucionó al club como entrenador. Javier Mascherano lo había dejado para irse a China y Coutinho se decantó por el dorsal que popularizó el neerlandés. Para cerrar el círculo de sus inicios, su debut fue contra el Espanyol por la Copa del Rey, donde reemplazó a Andrés Iniesta, que seis meses después se iría a su retiro japonés a jugar en el Vissel Kobe. Del mismo modo que lo habían traído para suplir a Neymar, en algún punto, ese semestre al lado del genio de Fuentealbilla también era, aunque con estilos distintos, para hacer la sucesión en vida con el español. Esa temporada ganó liga, Supercopa y Copa del Rey donde cerró la goleada 5-0 contra Sevilla.

Sin embargo, no terminaba de encajar y a mediados de 2019, tras ganar la liga, fue cedido por primera vez a Bayern Munich. Para suplir los bajos rendimientos del brasilero y de Dembelé, Barcelona cumplió con un viejo anhelo y puso otros 120 millones de dólares por Antoine Griezmann para sacarlo del Atlético de Madrid –adonde volvió en 2021, también por rendimientos irregulares. Tampoco fue determinante en Alemania, pero tuvo su revancha cuando hizo dos de los ocho goles con los que Bayern eliminó a Barcelona en las semifinales de la Champions en 2020. Para Messi eran tres años seguidos de eliminaciones brutales contra Roma, Liverpool y Bayern, que luego vencería 1-0 a PSG en la final.

Su segunda estadía en España duró hasta enero de este año cuando se fue a préstamo al Aston Villa por pedido de Gerrard, que lo conocía como compañero. En su primer partido hizo un gol y dio una asistencia en el 2-2 contra el United de Cristiano. Las buenas sensaciones volvieron, aunque el equipo no clasificó a ninguna copa. Esta semana se confirmó que pagarán 20 millones de euros por su ficha, seis veces menos que lo que pagó Barcelona en 2018 y casi siete, si contamos la inflación en España desde entonces. Con el norte puesto en Qatar 2022, Philippe Coutinho quiere en Inglaterra recuperar las sensaciones que lo hicieron ser uno de los mejores volantes del mundo. Y olvidarse que fue el peor dinero invertido por un club de fútbol.