Brittney Griner, una de las más grandes basquetbolistas de la actualidad y la historia, fue detenida el 17 de febrero del 2022 por la aduana rusa. En su equipaje, tenía cartuchos de aceite de cannabis, sustancia completamente prohibida en el país que gobierna Vladimir Putin. Desde ese momento, la estrella de la Women National Basketball Association (WNBA) se encuentra presa en un país en guerra.

La acusación formal es por "transporte de drogas a gran escala". De encontrarla culpable, la deportista de 31 años podría pasar los próximos diez años en una prisión rusa. En principio, su destino se conocerá el 19 de mayo, cuando la justicia rusa llegue a un dictamen. El sistema judicial de ese país ya rechazó la prisión domiciliaria para su caso.

Estados Unidos, por su parte, está endureciendo significativamente su postura con respecto al caso de Griner. A mediados de marzo, una diplomática estadounidense pudo visitar a la mujer detenida y la encontró "en buen estado". Sin embargo, a principios de mayo el gobierno de Joe Biden comenzó a considerar la detención de Griner como "ilegítima", y a buscar su liberación con mayor intensidad.

Griner tiene dos medallas de oro en las olimpiadas con el equipo estadounidense, y dos copas del mundo con la misma selección. Salió campeona de la WNBA en el 2014 y, durante las temporadas en que no se juega al basket en Estados Unidos, juega en equipos de otros países. Entre ellos, Rusia.