Luiz Inácio Lula da SIlva lanzó este sábado su candidatura presidencial para las elecciones brasileñas del próximo 2 de octubre, con el médico Geraldo Alckmin como vice, que fuera rival del expresidente en los comicios de 2006.
Lula inició el camino de su séptima campaña electoral, en una alianza de ocho partidos con los cuales pretende una inédita mayoría legislativa. Pretende ganar en la primera vuelta, para lo cual necesita el 50% de los votos y encabeza las encuestas con entre el 41 y el 45% de los votos, superando por entre 8 y 15 puntos a Bolsonaro.
La campaña
El exmandatario prometió "restaurar" la soberanía económica, política y social de Brasil y enviar el empobrecimiento de la población y el "fascismo" del gobierno de Jair Bolsonaro "a la cloaca de la historia".
"Hay que restaurar la soberanía de Brasil y del pueblo brasileño", afirmó en el acto que tuvo lugar en Sao Paulo. "Hay que cumplir nuevamente la batalla contra el hambre. Todo lo conquistado fue destruido por el actual gobierno. Es terrible, pero no vamos a desistir", dijo el candidato.
Hay que restaurar la soberanía de Brasil y del pueblo brasileño.
También sostuvo que "el fascismo será arrojado a la cloaca de la historia, de donde nunca debió haber salido", y pidió a la militancia enfrentar "sin miedo" las provocaciones y las "fake news del bolsonarismo".
