La Reserva Federal de los Estados Unidos (FED) aumentó la tasa de interés con una suba de medio punto, el mayor incremento en dos décadas, y la ubicó en un rango de entre 0,75-1% para frenar la escalada de precios. “El mercado del trabajo está extremadamente ajustado y la inflación es demasiado alta”, explicó Jerome Powell, presidente del organismo.
A través de un comunicado oficial, el Comité de Política Monetaria de la Reserva Federal adelantó, tras su reunión de dos días, que en un futuro cercano "se justificarán" nuevas alzas en la tasa que regula el costo del dinero. A su vez, afirmó que la guerra en Ucrania y los confinamientos en China agravan la inflación. La última vez que habían subido la tasa a estos niveles fue en el año 2000.
En este sentido, Powell señaló que prevén subir medio punto en los dos próximos encuentros, con lo cual la tasa llegará al 2% para fines de julio. En su habitual conferencia de prensa posterior a la reunión del comité, el presidente de la FED destacó que la Reserva Federal cambió de estrategia para timonear la economía, a pesar de mostrarse preocupado por la inflación.
Por otro lado, la banca central de los Estados Unidos aseguró que comenzará a reducir su tenencia en bonos desde junio. Esta medida, supondrá liberar, a partir de junio, US$ 47.500 millones en bonos y títulos al mes. La FED acumuló US$ 9 billones en bonos del Tesoro y otros títulos entre sus activos, como forma de inyectar liquidez al sistema financiero durante la pandemia.
Cabe destacar que la inflación anual norteamericana llegó al 8,5 % ciento en marzo, la mayor desde principios de los 80. Las fuertes subas en alimentos, nafta y energía golpearon en el bolsillo de los hogares y forzaron a la FED a aplicar una política más agresiva.
El aumento de la tasa de interés por parte de los Estados Unidos preocupa en la economía argentina y en el resto del mundo emergente, ya que puede presionar la cotización del dólar y bajar el precio de las materias primas que exporta el país.
