Walter, más conocido como La Queen, tiene 24 años y es un artista no binario. Una drag queen superstar, como se define en su cuenta de Instagram. Criada por su familia adoptiva en el Fuerte Apache, alcanzó la popularidad con su música en 2018. En esta entrevista con Diario Con Vos reflexiona sobre su infancia, la mirada ajena, vivir en el barrio y cómo seguir sacudiendo estructuras.
Vistiendo “lo más tranquilo que se puede”, la Queen cuenta que igualmente las miradas son inevitables mientras camina desde el Fuerte Apache a Palermo y cada vez que sale de su casa: “Soy un chico con uñas gigantes, pero con pelos en las piernas. La gente no entiende y se vuelve loca porque no hay referentes que se vean así. Yo te puedo decir que me encantan Lali y Tini, pero ellas no son maricones. Necesitaba una artista que me representara y la salí a crear".
Necesitaba una artista que me representara y la salí a crear.
Es indudable que Walter llama la atención -ni hablar cuando sale montado como La Queen-, pero no es sólo cómo se ve o cómo camina, es que va cargando una energía que desborda y mucha determinación: “Toda mi vida me dijeron que no iba a llegar a ningún lado por ser del Fuerte Apache, pero yo dije: ´ahora van a ver´”.
Con esa firmeza cuenta que cada vez que se sintió discriminado logró usarlo como motor para ir por lo que quería. Ahora asegura muy seriamente que va a ser “el próximo billonario”, y no lo dice “jodiendo”:
“Yo sé lo que quiero y no estoy boludeando. Es mentira que nacés en el barrio popular y morís ahí. Yo no quiero que mis hijos vivan en la pobreza”, asegura.
El amor al rescate en una infancia llena de "no-privilegios"
Walter nació en 1998 y fue abandonado en una caja por sus padres biológicos en la puerta de un hospital de Lanús. Una enfermera llamada Reina le contó a su amiga Nélida y al conocer la situación, ella luchó tres años por la tenencia de ese bebé y no paró hasta que logró llevarlo a vivir con ella al barrio de Ciudadela, en el partido bonaerense de Tres de Febrero.
Creciendo le faltaron varias cosas –algunos días la comida no alcanzaba– y le sigue doliendo ver que otros tienen cosas que él no. Pero entre tanta ausencia, Walter destaca el cariño de su familia: “Con todos los no-privilegios en los que me tocó vivir, tuve uno de los más importantes: el amor de mis papás. Ya es bastante difícil tener la sociedad en contra”.
La influencia de su padre es innegable. Él era un músico, tocaba la guitarra y fue quien le inculcó “leer y estudiar” para poder confiar en uno mismo y decidir qué hacer en la vida. Aunque falleció de cáncer siete años atrás, dejó huellas en la persona que Walter (y La Queen) es hoy.
“Mi papá toda la vida juntó cartón. Nunca pudo ir al secundario porque siempre fue muy pobre, pero iba a la Biblioteca Nacional para poder leer y no perder la capacidad de pensar. Cuando dejás de ir al colegio, te pasan cosas en el cerebro”, recordó.
Quiero adoptar. Pero hasta que no cree mi imperio, no lo voy a hacer.
Cuando Walter habla de su madre, su voz se llena de ternura. Según cuenta, la palabra “amor” le queda demasiado corta para expresar lo que siente por ella. Siempre se pregunta qué hubiera pasado si su mamá hubiera sido indiferente cuándo la enfermera le contó sobre ese bebé abandonado. Aunque no sabe cómo responder, tiene muy claro que quiere devolver ese acto de amor algún día.
“Quiero adoptar. No importa si son chicos grandes, yo quiero formar una familia. Pero hasta que no cree mi imperio, no voy a hacer nada, porque si no estás bien, estable, no hay que traer una vida. Mi mamá me educó para ayudar a la gente aunque no tengamos nada y a compartir lo poco que hay”, cuenta.
La segunda persona más famosa de Fuerte Apache
En 2019, cuando se estrenó la serie autobiográfica de Carlos Tevez, La Queen salió al cruce con varios tuits donde criticó la imagen que se mostraba de su barrio, muy asociada a la delincuencia, y disparó contra la figura del ídolo del fútbol: “Acá en El Fuerte Apache no lo quiere nadie, macrista y homofóbico. ¿Les cuento el final de su serie? Pierde la conciencia de clase”, había escrito en su cuenta de Twitter.
Dos años más tarde, asegura que se arrepiente y no sabe si volvería a tuitearlo: “Nunca me enojé con Tevez. Estaba muy combativa y no me gustó cómo se mostró el barrio donde crecí porque mi infancia no fue así”.
Aunque reconoce que “cada uno vive una realidad distinta”, lo que le importa es dejar en claro que del Fuerte Apache también salen artistas, drag queens y maricones, y no sólo futbolistas. “Hay talento, arte y gente de la diversidad. Hay de todo porque el Fuerte Apache es un lugar para vivir, pero adentro hay todo tipo de gente viviendo”.
Los movimientos de las disidencias lograron cambios que se sienten profundos y siguen sacudiendo las estructuras. Walter reconoce que cada vez “hay más maricas y orgullo en el conurbano”, sin embargo, no se anima a entusiasmarse demasiado: “es una brisa, un vientito que parece que movió todo el mundo, pero solo pasó”.
Y es que muchas veces así son los cambios. Por momentos parecen una revolución absoluta, como ese día que La Queen grabó un video cerca de su casa y un vecino “no muy amigable con la comunidad LGBTIQ” la felicitó por todo lo que estaba haciendo. Pero por otros momentos el miedo, la violencia, los gritos y los insultos vuelven a aparecer y Walter no siente que pueda caminar tranquilo a las tres de la mañana por Palermo porque “si sos muy afeminado, todavía te quieren pegar”.
Próximos proyectos: "O soy una superstar o soy Presidente"
“Yo siempre dije: ´o soy una superstar o soy presidente´. Si me pongo en campaña y pongo la mente en volverme Presidente de la República Argentina, lo voy a lograr”, aseguró Walter, que nunca militó en ningún partido político. Optó definitivamente por el camino del estrellato porque ambas cosas "no se pueden hacer al mismo tiempo".
“Me han llamado de partidos políticos para trabajar en política. Aunque no puedo decir cuál fue, te imaginarás que no me llamaron del lado de Macri. Dije que no, pero si hay algo que amo es ayudar. Y quiero ayudar al pueblo argentino, pero desde un lado más espiritual y mental”, afirmó.
Si hubiese un productor inteligente, mañana me tenés en LAM. Pero si cuidás a tus figuras de hace 250 años, fijate cómo te va con el rating.
Por eso, la Queen tiene varios proyectos en mente. Después de haber dejado el elenco de Sex y tras una breve temporada en Mar del Plata que se vio trunca por la pandemia de Covid-19, la artista ahora busca firmar un contrato con una discográfica y se encuentra en conversaciones con un productor musical con la idea de hacer nueva música. Además, sigue esperando la oportunidad, el llamado para aparecer en televisión.
“Si hay una Amalia Granata, que pongan enfrente a La Queen. Si hubiese un productor inteligente, al que le interese la plata y el show business, a mí me tenés mañana en LAM. Pero si cuidás a tus figuras de hace 250 años, después fijate cómo te va con el rating", desafía.
Y va por más: "En la tele todavía falta la marica del conurbano”.