El ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires abrió una inédita convocatoria para que los civiles se sumen a las fuerzas de seguridad como conductores de los móviles de la Policía bonaerense.
La propuesta del organismo dirigido por Sergio Berni generó controversia por la poca formación que tienen los civiles para actuar ante una eventual situación compleja: los únicos requisitos para postular son tener entre 18 y 29 años, tener registro de conducir, secundario completo y asistir a un curso de dos meses.
Según revelaron funcionarios de la provincia, estos nuevos choferes de patrulleros solo conducirán los vehículos, pero no portarán un arma, por lo que no podrían actuar si su vida o la de su compañero se encuentra en peligro.
Luis Tonil, presidente de la Defensoría Policial de la Provincia de Buenos Aires, aseguró que con un curso de dos meses una persona no alcanza a convertirse en un chofer de patrullero útil. “No saben utilizar el vehículo como escudo ante un enfrentamiento armado, y si hay un solo policía no puede hacer absolutamente nada si hay más de una persona que lo está atacando. Necesitás un compañero que te cubra la espalda, no te sirve para nada, todo lo contrario, lo tenés que proteger a él en vez de estar enfocado en la agresión directa”, indicó.
No saben utilizar el vehículo como escudo ante un enfrentamiento armado, y si hay un solo policía no puede hacer absolutamente nada si hay más de una persona que lo está atacando.
Luis Tonil, presidente de la Defensoría Policial de la Provincia de Buenos Aires
No saben utilizar el vehículo como escudo ante un enfrentamiento armado, y si hay un solo policía no puede hacer absolutamente nada si hay más de una persona que lo está atacando.
Diego Kravetz, Jefe de Gabinete y responsable del área de Seguridad del Municipio de Lanús, coincidió con Tonil en relación al corto tiempo de formación exigido para ejecutar una tarea de la responsabilidad que exige la bonaerense. Además, señaló que las personas que se sumen como choferes de los patrulleros van a tener estado policial y no de civiles, aunque no porten un arma.
