Por Lucía Carello
Esta medianoche se partió el Frente de Todos en la Cámara de Senadores del Congreso. Se trata de la primera fractura institucional del oficialismo desde que ganaron las elecciones en 2019. Ahora, el FdT dejará de estar constituido por un único bloque y habrá dos distintos. Unidad Ciudadana y Frente Nacional y Popular.
¿Por qué se separaron? La historia se remonta a diciembre pasado cuando la Corte Suprema declaró la inconstitucionalidad de la ley que establece la composición del Consejo de la Magistratura. Luego de eso, la Corte le dio cuatro meses al Congreso para que vote una nueva ley, pero el parlamento no llegó a votarla y el 15 de abril venció el plazo.
A causa de esto, la Corte volvió a una ley de 1997 que había sido derogada en 2006. Por si fuera poco, esta ordena una nueva composición del Consejo y establece como presidente a quien lidera el máximo tribunal. Por esta razón, Horacio Rosatti asumió el lunes la presidencia del Consejo.
La Corte le dio cuatro meses al Congreso para que vote una nueva ley, pero el parlamento no llegó a votarla y el 15 de abril venció el plazo.
Hasta el viernes, la cantidad de legisladores que formaba parte del Consejo eran seis: tres de Diputados y el resto de Senadores (dos representantes por el bloque con más integrantes y uno por el segundo). Ahora, con la nueva ley, se agrega otro consejero más que corresponde al tercer bloque. Ésta es la razón por la cual el Frente de Todos se partió.
Hasta ayer, ese tercer bloque lo constituía el PRO ya que el Frente de Todos tenía 35 miembros, la UCR 18 y el PRO nueve. Por tanto, el espacio presidido por Patricia Bullrich solicitó que el consejero que falta sea el senador Luis Juez. Sin embargo, con la ruptura del Frente de Todos, el Frente Nacional y Popular se posicionó en el primer bloque, la UCR en el segundo y Unidad Ciudadana en el tercero.
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Luego de la sorpresiva ruptura, Unidad Ciudadana tendría que llevar un representante para el Consejo. ¿Este es el preludio de la ruptura del Frente de Todos? No necesariamente. Es cierto, se trata de una ruptura estratégica que tiene como fin evitar que el PRO lleve un representante al Consejo. Sin embargo, llama la atención el modo en que quedaron conformados ambos bloques. De un lado tenemos a Unidad Ciudadana, compuesto por trece miembros y encabezado por Juliana Di Tullio e integrado por Oscar Parrilli, Mariano Recalde y Silvina García Larraburu, entre otros.
Se trata de una ruptura estratégica que tiene como fin evitar que el PRO lleve un representante al Consejo.
Del otro lado, se encuentra el Frente Nacional y Popular liderado por José Mayans y compuesto por veinte miembros. Entre ellos, están Adolfo Rodrígueza Saá, Gerardo Montenegro y Cristina López Valverde.
No es muy difícil darse cuenta que Unidad Ciudadana es el bloque más cercano a Cristina, mientras que el Frente Nacional y Popular es el bloque más próximo al presidente Alberto Fernández y a los gobernadores.
Hay un datalle interesante: Inés Pilatti Vergara, una senadora ultra K, quedó en el bloque más alineado a Alberto, en lugar del bloque cristinista. Esto sucedió porque la senadora ya es consejera por el primer bloque. De manera que, si quedaba en las filas de Unidad Ciudadana, le podían reclamar que ya no estaba representando al grupo para el que fue elegida. Este es el mismo argumento que se utilizó para remover a Pichetto como consejero en 2019.
Volviendo a la ruptura en sí, se trata de una escisión acordada entre el presidente y la vice, pero no hay que forzar las cosas para darse cuenta que Alberto y Cristina separaron a sus senadores en la Cámara Alta.
¿Cómo sigue esto? El bloque de diputados del Frente de Todos publicó un comunicado en el que le exige a la Corte Suprema que arbitre los mecanismos necesarios para otorgar un plazo de noventa días al Congreso, así puede tratar el proyecto de reforma de composición del Consejo, que ya tiene media sanción en el Senado. En el mientras tanto, y por decisión de la Corte, el Consejo de la Magistratura está siendo regido por una ley que fue derogada hace 16 años.
