A través de un informe, el Fondo Monetario Internacional (FMI) elevó las proyecciones de crecimiento para la Argentina a 4% en 2022. Esta previsión es un punto por encima de lo que estaba pronosticado en enero pasado.
Las estimaciones que se dieron a conocer hoy durante la presentación del World Economic Outlook también señalaron una disminución en el crecimiento mundial debido a las consecuencias de la guerra entre Rusia y Ucrania.
En cuanto a la inflación, el Fondo consideró que nuestro país alcanzará el tope de las metas que se establecieron en el acuerdo aprobado a fines de marzo, es decir, de un 48%.
En cuanto a nuestro país, el FMI reflejó un crecimiento, incluso por arriba del emitido hace diez días por otros organismos como el Banco Mundial, que estimó que el país crecerá 3,6% durante este año.
En cuanto a la inflación, el Fondo consideró que nuestro país alcanzará el tope de las metas que se establecieron en el acuerdo aprobado a fines de marzo, es decir, de un 48%. De todos modos, la titular del organismo, la búlgara Kristalina Georgieva indicó que este tema habrá que “recalibrar” por la presión inflacionaria en el país y a la crisis internacional que profundizó la guerra.
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Finalmente, desde el Fondo estimaron que, para Argentina, la cuenta corriente de los bienes y servicios serán superavitarios en 500 millones de dólares y que la tasa de desempleo rondará el 9,2% en este 2022.
“Más allá de los impactos humanitarios inmediatos, la guerra retrasará gravemente la recuperación mundial, ralentizando el crecimiento y aumentando aún más la inflación”, advirtieron en el FMI.
El FMI y su pronóstico a nivel global
El nuevo economista jefe del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas, habló en conferencia de prensa y apuntó que el informe del organismo “proyecta un crecimiento mundial del 3,6 % en 2022 y 2023: 0,8 y 0,2 puntos porcentuales menos que en el pronóstico de enero, respectivamente” y que esta rebaja refleja en gran medida los impactos directos de la guerra en Rusia y Ucrania y los efectos secundarios mundiales.
“Incluso antes de la guerra, la inflación en muchos países había estado aumentando debido a desequilibrios entre la oferta y la demanda y el apoyo de las políticas durante la pandemia, lo que provocó un endurecimiento de la política monetaria”, agregó.
Por este motivo, las perspectivas de crecimiento de la Unión Europea en 2022 bajaron 1,1% y, para Latinoamérica se ubicaron en un 2,5% para este año y para el que viene. En tanto, Estados Unidos crecería 3,7% y China un 4,4%.
Fuente: Télam
