Por Delfina Tremouilleres, editora de Feminacida

¿Cómo hablar de sexualidad, vínculos y deseo sin tabúes? ¿Cómo reconocer actitudes machistas en la cotidianidad? ¿Qué mujeres y disidencias fueron parte de la historia a pesar de haber sido borradas? Con lo lúdico como principal herramienta, distintos juegos pensados desde una perspectiva de género ponen sobre la mesa estas temáticas para aprender sobre ellas jugando. 

Hace tiempo que los feminismos buscan que esa mirada atraviese todos los ámbitos en pos de hacer una relectura de los diferentes espacios tal como se conocen y abrir nuevas propuestas y reflexiones. El juego no es ajeno a esta búsqueda de transversalidad y, sobre todo, contribuye a acercar mundos, animarse a hablar y fijar conocimientos.

ConSEXuate, Típico de machirulo y los Feminaipes son tres propuestas para que jovénes y adultes prueben este fin de semana largo. Además, un bonus track para niñes.

ConSEXuate

Nombrar siete posibles soluciones frente a una situación de abuso. Explicar qué es un orgasmo. Describir el amor. A través distintas preguntas y consignas, ConSEXuate enseña sobre educación sexual afectiva mediante cinco categorías: Amor y Erotismo, Prevención, Cuerpo, Género, Debate.

Con un total de 71 cartas, la propuesta es que les participantes puedan responder y debatir sobre diversos interrogantes, dar cuenta de los conocimientos que ya tenían y aprender sobre otros. Sus creadoras son Rosa María Curcho y María Sol Biondi, una pareja cuyo objetivo es hacer aportes a la sociedad sobre temáticas de Educación Sexual Integral, desde una mirada LGBTTIQ+ y con la seguridad de que el enfoque lúdico ayuda a afianzar el conocimiento. En ese sentido, tiempo después de sacar a la venta ConSEXuate lanzaron Empatizate, una propuesta similar que invita a “hablar de todo” partiendo de la empatía para trabajar temas como el bullying, la igualdad de género, el abuso de sustancias, el racismo, los mandatos y los prejuicios.

ConSEXuate fue realizado a partir de preguntas que se hacían jóvenes y adolescentes y fue trabajado junto a profesionales de la salud. Además, promueve el intercambio con las cartas de la sección de Debate, proponiendo, por ejemplo, que cada une dé su opinión sobre la construcción de la identidad de género. 

Para las cartas que sí tienen una respuesta en concreto hay un manual de instrucciones con información detallada y trabajada con distintes profesionales. 

Típico de machirulo

La frase que le da nombre al juego se volvió furor después de que Cristina Kirchner se la dijera a Mauricio Macri, pero refleja una situación muy presente en la cotidianidad: varones que constantemente dicen frases o realizan acciones profundamente machistas.

Con la intención de poner la lupa sobre esas actitudes para poder detectarlas y desarmarlas, Chispa Indómita e Ideas To creó Típico de machirulo, un juego de cartas en donde el objetivo es encontrar la mayor combinación de escenas cotidianas de machismo posibles. Para esto hay que unir colores, escenas y números y acumular la mayor cantidad de cartas posibles al final del juego. 

“¿Qué pasa, te vino?”, “Los hombres no lloran” y “Yo te explico” son algunas de las frases que buscan dar cuenta de los llamados “micromachismos”.

“¿Qué pasa, te vino?”, “Los hombres no lloran”, “Yo te explico” son algunas de las frases que se pueden leer en el mazo y que buscan dar cuenta de los llamados “micromachismos” o actitudes que son misóginas pero están más naturalizadas y suelen pasar desapercibidas. Además, el juego trae una propuesta pedagógica de Educación Sexual Integral.

Feminaipes

Para visibilizar a las mujeres como parte de la historia, una pareja de emprendedores decidió crear mazos de cartas con representaciones de identidades feminizadas. Dado que las cartas se utilizan en diversas culturas de todo el mundo, quisieron darle un reconocimiento a aquelles que fueron históricamente ocultades.

Desde Juana Azurduy hasta Marie Curie, pero pasando también por personas sin un nombre en particular y cuya aparición tiene como objetivo representar a etnias, edades, cuerpos e identidades diversas, estas cartas están ilustradas con mujeres y disidencias. Crearon un mazo español y otro de póker, y se pueden conseguir a través de la página web del emprendimiento. 

Bonus track: Soy jugando a ser 

Criar infancias más libres y con menos estereotipos es una de las premisas de los feminismos y Soledad Toriggia, recreóloga y activista, lo tiene bien claro. En 2016 creó Soy jugando a ser, un juego de mesa no sexista que ganó como el mejor juego inclusivo en 2016, mejor juego infantil en 2018 y fue declarado de interés cultural en 2019.

La intención es crear historias y personajes con una premisa fundamental: trabajar la perspectiva de género desde las infancias. Así, hay diversas corporalidades, tonos de piel, profesiones y gustos representados que ayudan a salirse de los estereotipos asignados a los géneros. 

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Con más de 1.000 combinaciones de personajes posibles y cinco modos de juegos, Toriggia decidió salirse de la lógica competitiva que se enseña para elegir estimular la creatividad y la imaginación. Luego de esta versión, lanzó una reedición: Soy jugando a ser 2.