Poco antes de la medianoche de este domingo, el gremio de camioneros puso fin al paro de recolección de residuos en San Nicolás y anunció que en las próximas horas reestablecerá el servicio.
El gremio tomó la medida de fuerza luego de que el viernes detuvieran a los dirigentes Maximiliano Cabaleyro y Fernando Espíndola por un bloqueo contra le empresa Rey Distribución. El paro contó con el respaldo de Hugo Moyano, quien viajó a la sede gremial de San Nicolás acompañado por el abogado y ex juez, Daniel Llermanos.
“Moyano da marcha atrás y levanta el bloqueo en San Nicolás”, anunció hace unas horas el Municipio a través de un comunicado. Fue la propia empresa y los transportistas quienes confirmaron la resolución del conflicto mientras los gremialistas continúan detenidos.
Moyano da marcha atrás y levanta el bloqueo en San Nicolás.
Mientras tanto, Hugo Moyano convocó a una reunión urgente este lunes desde las 8 en la Federación Nacional de Camioneros, a la que asistirán todos los secretarios generales del país, en la que se evaluará una posible huelga nacional.
El paro cobró fuerza luego de que la ciudad se llenara de residuos y el intendente Manuel Passaglia denunciara que eran “rehenes de los Moyano”, demandara la intervención de Axel Kicillof y recibiera el apoyo de buena parte de los dirigentes de Juntos por el Cambio.
Por ello, tras el fin de la medida Passaglia aseguró que “perdió la extorsión” y celebró la medida “que trae alivio a los vecinos de San Nicolás”.
PERDIÓ LA EXTORSIÓN
La empresa de recolección de residuos acaba de comunicar al #municipio que levantan el paro y varios transportistas nos confirman que mañana vuelven a circular. Celebramos la medida que trae alivio a los vecinos de San Nicolás.— Manuel Passaglia (@manupassaglia) April 11, 2022
“Dimos la pelea por una situación injusta que estábamos viviendo. Los nicoleños quedamos rehenes todos estos días por una causa judicial individual que nada tiene que ver con San Nicolás”, manifestó a través de su cuenta de Twitter, Passaglia. El jefe comunal enfatizó que la ciudad “no podía ser utilizada como apriete y extorsión a la justicia”.
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