Un ataque ruso sobre la estación de Kramatorsk, al este de Ucrania, dejó al menos cincuenta muertos. El ejército de Vladimir Putin lanzó un misil que alcanzó a decenas de víctimas que intentaban huir de la zona del Donbass, mientras la región se prepara para enfrentar una ofensiva militar.
Poco después del ataque y la explosión, se encontraron los restos del proyectil ruso. Además de explosivos, cargaba con un mensaje terrorífico: "Por nuestros niños". Por el momento, el ataque dejó al menos cuatro menores de edad sin vida.
Miles de personas se encontraban en la estación en el momento del ataque con misiles.
Según expresaron desde Ucrania, este ataque representa "un golpe deliberado a la infraestructura de pasajeros del ferrocarril y los residentes de Kramatorsk", una localidad de la región de Donetsk. Pavlo Kirilenko, jefe de la administración militar local, comentó que "miles de personas se encontraban en la estación en el momento del ataque con misiles". Según contó, estos eran "residentes de Donetsk" siendo evacuados a las "regiones más seguras de Ucrania".
Kramatorsk, la ciudad que recibió el ataque ruso, es la base militar más importante del ejército ucraniano en la región. Volodimir Zelensky, el presidente de Ucrania, planteó que esta agresión contra la estación de trenes prueba que Rusia busca exterminar a la población civil.