El 24 de febrero, Rusia invadió a Ucrania y, desde esa fecha, el conflicto bélico con epicentro en Kiev no cesa. En las últimas semanas se difundieron muchas imágenes de ciudadanos ucranianos asesinados, sobre todo en la masacre de Bucha, un municipio cercano a la capital. Sin embargo, desde El Kremlin lo niegan de forma increíble.
El relato ruso se alineó y negó todo: el canciller, Serguéi Lavrov, disparó contra Estados Unidos y dijo que incitó a la violencia. En ese sentido, acusó a ese país de haber montado las fotos de esas masacres. El embajador de Rusia en la ONU, Vasily Nebenzya, coincidió en que es un montaje de EE.UU y agregó que el ejército de Vladimir Putin se fue de Bucha sin dejar ningún cadáver.
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Hasta el momento, y según el último recuento de Naciones Unidas, las tropas rusas mataron a 1.417 civiles ucranianos. En la localidad de Bucha, que fue recuperado pocos días atrás por los soldados de Ucrania, solo viven 30 mil personas.
Cuando llegaron ahí, las fuerzas militares ucranianas se encontraron con muchos cadáveres atados de pies y manos en casas o, también, en el medio de las calles. No quedan muchas dudas de que fueron ejecutados. Según las autoridades de ese municipio, habrían matado cerca de 400 personas en ese territorio, cerca del 1,3% de los habitantes de ese lugar.
The New York Times difundió imágenes satelitales y la agencia Reuters, las fotos de sus periodistas, para desmentir el relato que llegaba desde Rusia. Ambas coinciden y se pueden ver a once cuerpos encimados en una fosa común. Mientras tanto, desde Moscú siguen negando los asesinatos y en Ucrania los catalogan como "crímenes de guerra".
