La Policía cordobesa tuvo una fallida intervención cuando irrumpió en una obra de teatro, y terminó apuntando al director y los actores. La fuerza de seguridad habría recibido la denuncia de un vecino que confundió un robo con lo que estaba ocurriendo en un centro cultural donde en realidad se estaba realizando una pieza artística con la participación de unas 40 personas.
El hecho ocurrió el sábado a la noche en el teatro Chalet Hereje, en Villa María, donde se llevaba a cabo la obra "El Juego, cuando el terror supera a la ficción", dirigida por Andrés Brarda. "Cuando el terror supera la ficción. Así es el título de la obra y hoy fue literal. Nos comimos un atropello por una denuncia equivocada", dijo el director a través de un mensaje en su cuenta de Instagram.
Se trata de una obra de teatro interactiva, en la que se abordaba la problemática del bullying, "a través del género del terror", por lo que tanto los actores el público necesitaban estar parados. Cuando la policía entró, arrinconaron al director y apuntaron a los presentes.
"Revólveres con linternas me apuntaron pidiéndome explicaciones sobre el hecho artístico que estaba aconteciendo. Felicito al equipo que pudo sobrellevar este mal trago con muchísimo oficio. La Policía pidió disculpas, pero fue aterrador lo que sucedió en un espacio cultural", finalizó. Además, según declaró a El Diario de Córdoba, "cuatro policías, entre ellos una mujer, irrumpieron en el teatro, me llevaron contra la pared y me apuntaron con el arma en la cabeza".
Brarda indicó que se trata de una obra de teatro interactiva, en la que se abordaba la problemática del bullying, "a través del género del terror", por lo que, tanto los actores el público necesitaban estar parados. "Por lo que se propone en la obra, el chalé quedó a oscuras y la gente empezó a entrar iluminándose con los celulares. De pronto pudimos ver que, desde afuera, se nos alumbraba con linternas, hasta que llamaron a la puerta principal del chalé y fue entonces que entraron los cuatro policías me arrinconaron contra una pared y, apuntándome con el arma en la cabeza me decían a toda voz: ‘¿Qué están haciendo?, ¿Qué están haciendo?’", contó.
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Además, agregó que los espectadores llegaron a pensar incluso que todo era parte de la obra: "Llegaron justo en el momento que uno de los chicos dice 'nos van a denunciar los vecinos y nos van a llevar en cana'". Varios minutos después, "los policías se dieron cuenta de que allí estábamos artistas y público, participando de una obra de teatro. Entonces, pidieron disculpas y se fueron".
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