El diputado Máximo Kirchner visitó a Pablo Moyano, cosecretario general de la CGT, y encendió las internas dentro del sindicalismo y el oficialismo. Mientras los sectores mayoritarios de la CGT se reunían con Alberto Fernández en recuerdo de la movilización del 30 de marzo de 1982, el hijo del histórico líder sindical camionero se juntó con el dirigente camporista, enfrentado en la interna gubernamental con el presidente.
La reunión se produjo en un momento de mucha tensión, tanto dentro del oficialismo como en la CGT. El dirigente camionero reclama, junto a la Corriente Federal de Trabajadores y las CTA, que se extienda el aporte extraordinario a las grandes fortunas a los "100 agentes" que fugaron dólares mientras se paga la deuda con el FMI.
La reunión se produjo en un momento de mucha tensión, tanto dentro del oficialismo como en la CGT.
Según informaron desde el sindicato de Camioneros, la conversación fue "política y gremial", y los dirigentes "conversaron sobre la situación que está atravesando el país y la actualidad laboral de los trabajadores". Moyano ya advirtió que, si el acuerdo con el FMI implica un ajuste, su gremio saldrá "a la calle, como marca nuestra historia".
Además, fue uno de los firmantes de un documento de dirigentes sindicales, junto a Hugo Yasky, Sergio Palazzo y Héctor Amichetti, que exige "que la deuda no la paguen los de abajo" y plantea que "ante cualquier ajuste nos convocaremos nuevamente a las calles, a lo largo y ancho de nuestra Patria". El documento exige "salarios y jubilaciones por encima de la inflación, ningún tipo de reforma laboral ni previsional y tarifas de servicios públicos razonablemente accesibles para el trabajador".