Una ONG de Estados Unidos generó tarjetas especiales con el objetivo de reducir el estrés de las personas que luchan contra un trastorno de la conducta alimentaria (TCA), para quienes ver su peso en la balanza puede desencadenar una recaída o generar incomodidad.
La campaña fue ideada por la página web More-love.org, originaria de California. "Por favor no me pese, a menos que sea (realmente) médicamente necesario. Si realmente tiene que pesarme, por favor dígame por qué para que yo pueda darle mi consentimiento informado", dicen las tarjetas en cuestión. Si bien se pensaron para personas con TCA, algunos expertos coinciden en que -en las consultas generales- el peso no debería ser lo más importante en una consulta con un profesional.
Las tarjetas tienen el objetivo de reducir el estrés de las personas que luchan contra un trastorno de la conducta alimentaria (TCA).
Eso indicó a La Nación Lucio Criado, profesor en el posgrado de Diabetes y Metabolismo de la Universidad Católica Argentina y presidente de la Sociedad Argentina de Medicina: "El número de la balanza es una convención, no puede decirme si el paciente está saludable. Hay gente flaquísima que está metabólicamente enferma, y gente con ‘sobrepeso’ que es muy sana".
En el dorso de la tarjeta se explican las razones por las cuales no hace falta pesar al paciente: "La mayoría de las condiciones de salud pueden ser abordadas sin saber mi peso. Cuando te enfocas en mi peso, eso me estresa (y eso no es saludable). Pesarme cada vez que vengo por una consulta y hablar de eso como si fuera un problema perpetúa el estigma sobre el peso (un riesgo de salud serio y conocido). Yo busco conductas saludables, independientemente de mi peso actual".
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En la página web, la creadora, Ginny Jones, explica que la tarjeta fue gratis durante dos años, pero debido a la alta demanda, tuvo que empezar a cobrar por los gastos de producción. Las tarjetas se consiguen en inglés, español y francés, y se realizan envíos a todas partes del mundo.
Al respecto de la controversia que surgió a raíz del uso de las tarjetas, Jones escribió: "Nuestras tarjetas son una forma respetuosa y educada de afirmar una preferencia en el consultorio y de buscar consentimiento informado sobre ser pesado, si esto fuera realmente necesario para el cuidado y el tratamiento. Al final del día, estas tarjetas son un humilde vehículo para empezar una conversación entre un paciente y su médico. Lo que suceda después está entre cada paciente y su doctor".