Un hombre asesinó a su pareja de 11 puñaladas en septiembre de 2020, fue declarado inimputable por el Tribunal Oral de La Matanza. Por esto, fue excarcelado, pero él se fue de vacaciones y ahora la familia de la víctima se encuentra aterrorizada.
El femicida llamado Ramón Hermes Acuña de 78 años debía cumplir con un tratamiento psiquiátrico por ser considerado inimputable, pero tras conseguir su libertad estaba viviendo en la casa en Isidro Casanova donde cometió el homicidio de su pareja María Dolores Junco y no cumplió con ninguna de las recomendaciones de la Justicia.
La fiscal iba a pedir en el juicio -que iba a comenzar el próximo miércoles- la condena a prisión perpetua. Además había considerado que representa un “riesgo para terceros” y debe estar recluido en un hospital neuropsiquiátrico.
Después de que dejan en libertad a una persona que apuñaló a otra de 11 puñaladas, no sé qué más puedo esperar de la Justicia”, dijo la hermana de la víctima Karina Juncos.
Por su parte, la familia de la víctima denunció que nunca fueron notificados de la liberación del acusado, que saben que se fue de vacaciones a Corrientes, que vive "con normalidad" en su casa y apuntaron contra "la Justicia de mierda que tenemos". Tras la muerte de María Dolores, sus dos hermanas y su madre se hicieron cargo de la custodia de las tres hijas de la víctima.
Además, tienen terror, angustia y desesperación porque saben que él conoce dónde viven y piensan que pueda atacarlas: "Después de lo que hizo, no sabemos qué esperar de un tipo así”, expresó Karina Juncos, hermana de la víctima a Télam.
Las pericias psicológicas determinaron que “el acusado no estaba en condiciones de ser juzgado” y que “no presenta riesgo cierto e inminente en la actualidad”. Una evaluación psiquiátrica anterior de la Procuración General de la Suprema Corte de Justicia bonaerense habían hecho un diagnóstico similar, pero consideraron que podía ser un riesgo y recomendaron que sea internado en un establecimiento psiquiátrico.
Por otra parte, la familia también denunció que el abogado designado por el Estado "nunca tuvo tiempo" para atenderlos y renunció al caso.
”amás nos esperábamos esto de él, aunque tenía reacciones violentas, tenía malas formas de contestar. Esas reacciones no nos gustaban. Después de que dejan en libertad a una persona que apuñaló a otra de 11 puñaladas, no sé qué más puedo esperar. Una pierde la fe con todo lo que pasó”, concluyó Karina Juncos.