Máximo Kirchner, el hijo de Cristina y Néstor Kirchner, dirigente nacional de La Cámpora y diputado, marchó al frente de la columna de su organización por el 24 de marzo. Arrancaron desde la exESMA para ir hasta la Plaza de Mayo.
De la marcha también participaron Axel Kicillof, el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, su vicegobernadora Verónica Magario, el jefe de Gabinete bonaerense, Martín Insaurralde, y Eduardo "Wado" de Pedro, el ministro de Interior de la Nación, entre otros funcionarios y legisladores.
"Uno elige: los estudios de TV o la calle y la gente", dijo el dirigente kirchnerista sobre las internas en su gobierno. Además, comentó la decisión de marchar a Plaza de Mayo: "Esto es llevar el 24 de Marzo a todas las calles de la Ciudad de Buenos Aires, que aparte vemos que a veces es una ciudad que tiene tendencia a votar a aquellos que quieren ocultar lo que hizo la dictadura, o que te discuten el número de compañeros detenidos desaparecidos, y que directamente reivindican el accionar de la dictadura", planteó el diputado.
"Quiero que la Ciudad de Buenos Aires -añadió- vote como vote, no pueda la sensibilidad". Siguió: "Después lo que quieras, pero hay cosas que no se pueden negar".
Uno elige: los estudios de TV o la calle y la gente.
Además, el dirigente realizó un streaming antes de llegar a la Plaza de Mayo, y comentó: "Queremos un país mejor, me emociona el convencimiento de querer un país mejor cuando todos te dicen que tenés que bajar los brazos porque todo es una mierda". "Y, si todo es una mierda, vamos a empujar para que deje de serlo", arengó Kirchner.
El único argentino hijo de dos expresidentes planteó: "No tenemos que bajar los brazos, no podemos compadecernos de nosotros mismos, tenemos que salir adelante". Para él, "la autocompasión es el peor de los caminos". Concluyó: "Queremos transformar la realidad, para eso nos preparamos".