En el 24 de Marzo, conmemorando la fecha en que comenzó la dictadura militar más sangrienta de la historia de nuestro país, Alejandro Bercovich contó que cuando escucha a personajes como Javier Milei o Viviana Canosa gritar "cosas como zurdos de mierda o feministas váyanse a bañar" se estremece y se pregunta como llegamos a esto. "Son gente que expresa una violencia vinculada a la de la dictadura, que sorprende ver con tanta actualidad", consideró.
Si hay un momento en que la Argentina se jodió fue con el golpe militar, y se jodió de manera irreversible.
Para el conductor de Pasaron Cosas, el fenómeno de las nuevas derechas en Argentina se alimenta de una insatisfacción de los jóvenes con la deriva de un país que "reformateó la dictadura" y la democracia no pudo corregir. "Esta crisis que vivimos ahora es parte de la trampa en que nos metió la dictadura", afirmó el periodista en Radio Con Vos. Para Bercovich, hay un intento de poner a los militares en el lugar de víctimas y a los represores en el de héroes, y eso forma parte del fracaso de la democracia. Planteó que, si bien hay un consenso de que nunca más puede haber un golpe de estado, este es frágil en momentos de crisis.
"Si hay un momento en que la Argentina se jodió fue con el golpe militar, y se jodió de manera irreversible", comentó el economista. Para él, la Argentina sería un país desarrollado sino fuera por lo que destruyeron y desarmaron los militares a partir de 1976. El periodista contó cómo el FMI se negaba a prestarle a Isabel Perón, mientras le dio préstamos inéditos al gobierno de Rafael Videla, bajo la conducción económica de José Alfredo Martínez de Hoz.
En la dictadura cerraron 20.000 fábricas y la pobreza llegó al 25%, y de ese escalón nunca pudo bajar.
"En la dictadura cerraron 20.000 fábricas y la pobreza llegó al 25%, y de ese escalón nunca pudo bajar", contó el periodista. Además, destacó que la deuda externa se multiplicó por seis, en buena parte por la estatización de la deuda privada de las empresas más importantes del país. Bercovich contó que la mayoría de los desaparecidos eran delegados de fábrica, sindicalistas, y que el 90% de ellos fueron detenidos ilegalmente en sus propios lugares de trabajo, con la anuencia de los dueños. "El capital en su conjunto, la élite, entregó información a los militares y se enriqueció en esos años, mientras todo el mundo se empobrecía", comentó.
Afirmó que los autoritarios de hoy, "los que gritan zurdo de mierda por la tele, son los empleaduchos de esa elite, que nos quiere sacar todavía más, aunque ya casi no nos queda nada". "La transformación económica de la Argentina fue otro delito de lesa humanidad de la dictadura, y la tarea de nuestra generación es revertirlo".
