Por Tomás Walter

El pivot de la Selección Argentina de Handball, Gastón Mouriño, vive desde hace un año y medio en Rusia y desde el inicio del 2022 forma parte del CSKA de Moscú, uno de los equipos más importantes de Europa.

Desde un aeropuerto ruso en Budennovsk y en la previa de disputar el Final Four de la Copa de Rusia, conversamos con el jugador de 27 años para conocer cómo es vivir en un país en guerra, sus sensaciones, la preocupación de su familia y su futuro, que incluye el mundial que Los Gladiadores disputarán el próximo enero en Suecia y Polonia.

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- Desde el año pasado estás jugando en Rusia, ¿Cómo te afectó en tu vida el conflicto entre Rusia y Ucrania?  

- La situación actual no me afecta en mucho. No afecta a la liga, porque seguimos jugando y a mi vida cotidiana tampoco, porque sigo entrenando.

- ¿Tuviste miedo en algún momento?

- Tuve más incertidumbre que miedo. Y la incertidumbre la sigo teniendo hasta el día de hoy. Un poco por no saber qué va a pasar y un poco por no saber qué decisión tomar. No estoy muy cerca de la zona que inició el conflicto y eso es un poco tranquilizante tanto para mí como para mi familia.

- ¿Evaluaste la posibilidad de irte de tu equipo, a pesar de estar en uno muy grande?

- Sí, va más allá de lo deportivo. Es una decisión difícil: tengo contrato, tengo arreglada mi continuidad y tengo responsabilidades. Hoy en día estoy tranquilo, cómodo y me siento seguro. Si veo que el día de mañana se pone mucho peor, habrá que tomar otro tipo de decisiones.

- En muchos deportes y el handball no está exento, sancionaron a las selecciones y a los deportistas  rusos ¿Qué opinás de esas decisiones?

- Es un poco extremo que tenga que pagar un deportista, un trabajador. En deportes en conjunto se quedan sin participar de torneos importantes. Es una decisión un poco excesiva, creo que no tienen que pagar todos por las decisiones de unos pocos.

Me entero que acá en Rusia muchos deportistas de distintas discipinas se están yendo de Rusia porque no van a poder participar de las competencias importantes como puede ser una Euroliga o Champions.

- ¿Pudiste averiguar si hay alguna manera de lograr la desvinculación, teniendo en cuenta la situación extrema que se está viviendo?

- Eso lo está manejando mi representante. Se está ocupando él y está al corriente y al día de lo que pasa. Me han dicho que, al día de hoy, esas cosas que suceden en el fútbol no suceden en el handball. Estamos esperando y tomando los caminos con la mayor cautela posible. Hoy estoy cómodo y tratando de ser lo más profesional posible. Si el día de mañana la situación acá empeora, tendré que irme de Rusia. 

Creo que no tienen que pagar todos por las decisiones de unos pocos.

Mouriño y su vínculo especial con la Selección Argentina

Desde 2017 Mou juega en la selección mayor, a la que llegó gracias a la convocatoria del reconocido entrenador español Manolo Cadenas, que estuvo al frente del equipo nacional hasta 2021. En ese tramo, el pivot disputó el Mundial de 2019, el de 2021 y los Juegos Olímpicos de Tokio, entre otras competiciones en las que estuvo presente.

Desde septiembre del año pasado, Guillermo Milano dirige a Los Gladiadores y Mouriño sigue siendo una fija en las convocatorias. Ahora, se prepara para el Mundial de Suecia y Polonia, que tendrá lugar entre el 11 y el 29 de enero de 2023.

- La mejor posición de Argentina en un Mundial fue en el de 2021, terminaron 11º. Este será tu tercer Mundial, ¿Qué expectativas tenés para el de 2023?

- Arrancó un proceso nuevo, con un nuevo entrenador al cual hay que darle tiempo y trabajo. Ojalá podamos tener muchos encuentros este año para trabajar de cara al Mundial, donde es importante, de nuevo, hacer un gran papel: igualarlo o tratar de superarlo. Hay que tratar siempre de dar un poco más entre todos y mejorar.

- ¿Cómo es escuchar el himno en un Mundial o en un JJOO?

- Son muchas emociones. Cuando uno es chico y juega un deporte amateur, el sueño más grande es jugar con la camiseta argentina y escuchar el himno. Cuando me tocó debutar en un Juego Olímpico y escuchar el himno, te emocionás hasta las lagrimas y tomás verdadera dimensón de todo lo que pasaste y de lo que se consiguió. 

- ¿Cómo hacés para jugar después de esa emoción?

- Es lo que se trabaja. Respirás profundo, te secás la cara y para adentro. Son momentos únicos pero que hay que trabajar. Hay que estar preparado mentalmente.

- ¿Cómo es jugar con el Chino Simonet?

- Diego es un distinto de nuestro deporte, que logró cosas enormes y tenerlo de compañero es increíble. No porque sea un buenísimo jugador, que lo es, sino porque además es una grandísima persona.

- ¿Te aconsejó de alguna manera antes de debutar en los Juegos Olímpicos?

- No solo él, sino que los más grandes también. Nos ayudan siempre a los más chicos a incorporarnos de la mejor manera y a disfrutar de esos momentos como lo que son.

Cuando me tocó debutar en un Juego Olímpico y escuchar el himno, me llegué a emocionar, casi hasta las lágrimas, por lo que había conseguido.

Su vínculo con su novia brasileña: cómo es llevar una relación a distancia y cómo afecta la rivalidad entre Argentina y Brasil.

Durante Tokio 2020, tomó mucha repercusión una foto de un atleta argentino y una deportista brasileña abrazados en la villa olímpica, con los Anillos Olímpicos de fondo. Se trataba de Gastón Mouriño y su novia, Gabriela Bitolo, quien también juega al handball en la selección de su país. Están juntos desde noviembre de 2020 y mantienen una relación a distancia.

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- La vida de los deportistas profesionales es muchas veces muy sacrificada, tu novia vive en otro país. ¿Cómo es llevar una relación a distancia?

- Hoy estamos más alejados todavía porque ella está en Brasil y la diferencia horaria es un poco más complicada. Al iniciar esta relación sabíamos cómo iba a ser. Asumimos eso, los dos estábamos de acuerdo y decidimos llevarla adelante. Es difícil, hay momentos complicados, pero tratamos siempre de hacer cosas juntos: tratamos de compartir juegos, series y películas como para que sea un poco más ameno.

- Cuando jugaron contra Brasil en los Juegos Olímpicos, ¿Por quién hinchaba ella?

- Obviamente, es fanática mía. No había dudas que hinchaba por Argentina. Confío en lo que me dijo. Y yo quiero que gane ella. Es una rivalidad extra del deporte a la que no le damos importancia. Disfrutamos y queremos que al otro le vaya bien.