La guerra entre Rusia y Ucrania ya lleva 18 días y el fuego no cesa. Sino todo lo contrario. En las últimas horas, las tropas de Vladimir Putin bombardearon una base militar en Lviv. El ataque dejó, al menos, 35 muertos y cientos de heridos.
Según reportó Maxim Kozitsky, jefe de la administración regional de Lviv, fueron 8 los misiles que impactaron en la localidad ubicada al noroeste de Ucrania y a 40 kilómetros de la frontera con Polonia. De esta forma, se concretó el ataque más cercano a un país miembro de la OTÁN.
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Además, el alcalde Ruslan Martsinkiv se expresó al respecto en su cuenta de Facebook: "Según información preliminar, las explosiones de esta mañana fueron por un ataque en el aeropuerto. Los detalles todavía están siendo instalados ahora".
No solo eso, sino que les recordó a los ucranianos que "el objetivo del enemigo es sembrar pánico y miedo". Y que Rusia "puede y atacará en la parte trasera de Ucrania".
Finalmente, afirmó que "hay que ser lo más cuidadoso y cauteloso posible" al momento de escuchar un mensaje de peligro de fuentes oficiales y recalcó la importancia de seguir todas las instrucciones brindadas por las autoridades.
La destrucción de la base de Yarinov, a 30 kilómetros de #Lviv #UkraineUnderAttack pic.twitter.com/MZ01WhL8CV
— Elisabetta Piqué (@bettapique) March 13, 2022
Desde el comienzo del conflicto bélico hasta la fecha, más de 2.5 millones de ucranianos abandonaron su país, según informó la Asamblea General del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). La mayoría de ellos se dirigieron hacia Polonia, Hungría y Eslovaquia. Así, se está produciendo la migración más grande dentro de Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
