Mientras la Cámara de Diputados lleva a cabo una histórica sesión especial, en la que se votará el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, se produjo una importante manifestación frente al Congreso en oposición a la reestructuración de la deuda con la institución financiera. Protagonizada por más de 200 partidos y organizaciones de izquierda, tanto aquellas que forman parte del Frente de Izquierda y de los Trabajadores como de otras tendencias.
La situación derivó rápidamente en violencia, cuando un grupo de manifestantes comenzó a tirar piedras contra el Congreso Nacional y prendieron fuego algunos containers de basura, que también acercaron a las rejas del Congreso. Al mismo tiempo, se escuchaban cantos contra el gobierno y el FMI. Los manifestantes llegaron a destrozar algunas ventanas correspndientes a los despachos de los miembros del Senado. La policía comenzó a reprimir y alejar a la movilización del edifico donde se encuentran sesionando los diputados y diputadas.
Algunos de los manifestantes fueron directo contra las ventanas de la oficina de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, y los vidrios de su despacho terminaron hechos añicos. Los impactos se produjeron a partir del accionar de apenas cinco personas, que tiraron decenas de piedras contra la ventana de la oficina de Kirchner. Además, tiraron globos de pintura contra esa zona del Congreso.
Vinimos a manifestarnos sin ningún tipo de incidentes, y un grupo que no sabemos si lo mandó la policía o el gobierno produjo incidentes y la policía reprimió.
Eduardo Belliboni, dirigente del Polo Obrero, la organización piquetera del Partido Obrero, comentó la situación: "Vinimos a manifestarnos sin ningún tipo de incidentes, y un grupo que no sabemos si lo mandó la policía o el gobierno produjo incidentes y la policía reprimió". Sin embargo, destacó: "Seguimos acá, una gran cantidad de compañeros quedó frente al Congreso porque queremos repudiar la violencia institucional de un acuerdo que va a dejar hambrienta a la población, sin trabajo, y sin posibilidad de desarrollo para la Argentina".
De acuerdo al testimonio de personas presentes cuando comenzaron los incidentes, hasta ese momento no había ningún tipo de presencia policial. Ni siquiera estaban instaladas las tradicionales vallas que se ponen entre las manifestaciones y los espacios de toma de decisiones, como la Casa Rosada o el Congreso.
Por ahora, hay una represión de una magnitud por el momento acotada, pero las represiones se sabe como empiezan pero no cómo terminan.
Gabriel Solano, legislador de la Ciudad de Buenos Aires por el Partido Obrero, comentó: "La marcha es muy masiva, pese al acuerdo de la CGT con el gobierno para garantizar la contención social frente al ajuste". Afirmó: "Por ahora, hay una represión de una magnitud por el momento acotada, pero las represiones se sabe como empiezan pero no cómo terminan". Concluyó: "Buscamos que la represión no cumpla su objetivo, que es vaciar la zona par que el Congreso funcione con normalidad". Además, planteó que el acuerdo con el FMI va "a ser un fracaso estrepitoso, por el que nadie quiere asumir el costo político, ni el gobierno ni la oposición".