Impactantes fueron las imágenes de violencia que se registraron este fin de semana en el estadio de Querétaro, en México, donde cientos de barras bravas e hinchas se trenzaron en una batalla que dejó 26 heridos, tres de los cuales están en estado de gravedad.

A partir de estos hechos, el periodista Gustavo Grabia creyó pertinente recordar uno de los orígenes de la violencia en los estadios mexicanos, que tiene mucho que ver con Argentina.

Hasta bien entrados los noventa, en México el público de los equipos que se enfrentaban asistía mezclado a las tribunas, sin problemas. "El año 1994, el Pachuca se va al descenso y la dirigencia la toma el empresario argentino Andrés Fassi, que empieza a pensar que si hubiera habido una hinchada mejor formada, la suerte del club hubiese sido distinta", relató Grabia.

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"Entonces dice que va a armar una "barra de animación" y lleva a las barras argentinas a enseñarles.  Un informe del Congreso de 2014, de la Comisión de Deporte de 2014, lo señala a Andrés Fassi como el responsable de haber introducido las barras bravas", continuó.

Un informe del Congreso de 2014, de la Comisión de Deporte de 2014, lo señala a Andrés Fassi como el responsable de haber introducido las barras bravas.

El periodista aseguró que desde entonces, empezó una verdadera capacitación de barras bravas argentinos a las hinchadas de los clubes mexicanos, que empezaron a venir para aprender.

"A partir del 97 y 98, el resto de los clubes creen que tienen que igualar a Pachuca, que ya tenía una barra,  y empiezan a venir de Atlas, de América a tomar cursos a la Argentina. Vienen con Bebote Álvarez a Independiente, a Boca de Rafa Di Zeo, a Racing en la época de Jaimito Heredia y empieza a conformarse el fenómeno de las barras bravas, donde la gente ya no va mezclada y empieza a tener cierto grado de violencia desde 2007", aseguró Grabia.