Samsung, la empresa coreana de tecnología, quiso innovar con el S22 Ultra, su último celular. Le agregaron al nuevo modelo un marco de aluminio pulido Armor "increíblemente resistente". De acuerdo a la empresa, este iba a actuar como una armadura para el teléfono, otorgándole una mayor capacidad para aguantar "mejor las caídas". Además, según la empresa, este celular "ofrece una resistencia mayor a los rayones".

No duró mucho la ficción. PBK Reviews, que depende del estudio de arquitectura PBK, realizó un video probando las supuestas protecciones del celular.  PBK Reviews sometió el celular a 8 caídas. Con cada una, aumentó la altura inicial del celular, con un mayor impacto contra el piso de concreto. 

Ya en la primera caída, desde la cadera de la persona que realizó el video, se rompieron dos lentes de las cámaras del celular. Además, el teléfono sufrió grietas en el borde inferior del marco. A medida que la prueba avanzó, también lo hicieron las grietas y, a partir de la cuarta caída, la pantalla comenzó a sufrir rayones.

En la octava caída, el celular fue soltado desde una altura de 180 centímetros. El impacto generó que todas las grietas crezcan. Además, la pantalla dejó de funcionar. El bloguero planteó que estaba decepcionado por el teléfono, y recomendó usar una funda.