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Columnistas

“Consolidación inclusiva”, el nuevo marketing del FMI (y de Guzmán)

Cualquiera que haya visto el viernes la exposición de Ilan Goldfajjn, el capo del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional, se habrá asomado a la ensalada conceptual en la que está sumergido el organismo multilateral en pleno cierre del acuerdo con la Argentina.

El ex banquero central de Brasil es el responsable último de la discusión técnica con el gobierno de Alberto Fernández antes de que los memorandos de entendimiento sean elevados al directorio, donde se cocina la cosa según la voluntad de los países miembros que se expresa a través de esos representantes.

Los medios cubrieron sus declaraciones de rigor tras la pregunta puntual de Susan Segal, la Mirtha Legrand del Consejo de las Americas, un sello de lobby empresario americano que viene de los tiempos de Rockefeller y suele armar seminarios acá y allá para que los gobernantes latinoamericanos tiendan puentes con la comunidad de negocios y la política yankee. “Estamos muy cerca del acuerdo”, dijo, y repitió lo de que es un trato “pragmático” y destacó que las negociaciones son “intensas” y que están trabajando “24/7”

Presentación. El viernes, el burócrata Ilan Goldfajjn, lanzó un eslógan del FMI que vende como un equilibrio entre objetivos fiscales y demandas sociales. 

Eso no es novedad en la Argentina: el 22 de marzo hay otro mega vencimiento y para entonces el objetivo es que estén los números, tanto los de las metas del programa económico, como los del Congreso, donde un oficialismo sacudido por internas buscará la aprobación del pacto a la que se comprometió para enviar señales de consenso. Hace un tiempo parecía un objetivo entre pícaro y loable, pero ahora resulta más incómodo que banqueta de cervecería.

Pero lo interesante fue todo lo otro que dijo Goldfajn, en especial la repetición de lo que parece ser el nuevo paradigma del Fondo: la búsqueda de la “consolidación inclusiva”

“La consolidación inclusiva -explicó- es el camino para preservar la responsabilidad fiscal y al mismo tiempo atender lo que las sociedades demandan y eligen”. Goldafajn agregó que el Fondo tiene que tomar nota de que la gente “ha salido a las calles”, que hay que atacar “la desigualdad social” y que también hay que atender “las cuestiones de género”.

Fondo, ¿sos vos?

Esas palabras, en boca de un ortodoxo hecho y derecho en materia fiscal y monetaria como el flamante funcionario que acaba de asumir en Washington, obligan a preguntarse qué está pasando en ese organismo que nació en la posguerra. No es que haya cambiado su recetario de fondo, de hecho Godlfajn subrayó la necesidad de “reformas estructurales para mejorar la productividad” de manera tal de que “América latina no tenga otra década perdida”

El tema es entender a qué está jugando un organismo donde se refleja también la mirada de las potencias que lo integran sobre la región y donde la muñeca política en última instancia define todo, como se vio durante el gobierno anterior cuando le prestaron un monto gigante en tiempo récord para que tratara de estabilizar  la economía y ganar la reelección.

¿Está Goldfajn tratando de defender al Fondo frente al establishment internacional que lo corre por blando en las negociaciones como la actual con la Argentina, donde desde el Financial Times hasta el Washington Post le dicen, en resumen, pecho frío no pidieron reformas estructurales a estos ladris incumplidores de toda la vida? ¿O es una forma de empaquetar el discurso de siempre frente a una región que pinta que puede perfilarse con gobiernos de centroizquierda, con resquemores frente a las políticas pro mercado, como puede verse por ejemplo en Chile?

A qué está jugando un organismo donde se refleja también la mirada de las potencias que lo integran sobre la región.

El momento es especial dentro del Fondo y se nota aún para los que estamos a años luz de la toma de decisiones del poder global. ¿Cómo quedó la titular del organismo Kristalina Georgieva, después de que la carpetearan con su supuesta intervención en un ranking del Banco Mundial a favor de China? ¿Por qué el antecesor de Goldfajn, Alejandro Werner, uno de los responsables de los acuerdos con el gobierno de Mauricio Macri, está de gira por los medios argentinos? En CNN reconoció “ruidos políticos” para favorecer a Cambiemos. Con Infobae tiró que este acuerdo era “decepcionante” y vaticinó que no bajará la inflación. No sólo hay “matices” -digamos- en el entorno de Alberto.

Abrazados al eslógan

Coincidencia. La "consolidación inclusiva" de la que habla el Fondo calza justo con lo que explica Guzmán hacia dentro del FdT.

Como sea, no hace falta decir que el ministro de Economía, Martín Guzmán, está a nada de hacerse una remera que diga “consolidación inclusiva”. De hecho es lo que él también está tratando de vender hacia dentro del Frente de Todos, donde los de apellido Kirchner cada vez lo cascotean más porque lo acusan de no haber peleado alguna ventaja más en el trato que se está cerrando, o que no hiciera valer más fuerte la idea de que es “una estafa y no un crédito” lo que se heredó de la administración de Mauricio Macri. Encima justo ahora en Netflix la rompe el género de los engaños económicos y las estafas, me cacho.

El ministro de Economía, Martín Guzmán, está a nada de hacerse una remera que diga “consolidación inclusiva”.

Es loco, pero el marketing de la “consolidación inclusiva” une a Goldfajn y a Guzmán. Ambos usan a su modo el concepto para que sus respectivos accionistas entiendan que el acuerdo que se está negociando “no es tan light”, dirá el brasileño, porque por ahora esto es lo que pueden cumplir y más adelante iremos por las reformas estructurales; o que “no es tan duro”, dirá el argentino, porque no nos piden tocar jubilaciones ni leyes laborales y sólo hay que hacer una reducción del déficit bajando subsidios a la energía.

Pero es nada menos que ahí donde deberá verse más que nunca la muñeca política suavizadora de objetivos no bien se venga la primera revisión del pacto. Un tema: entre el aumento en las tarifas que tolera el kirchnerismo y el que hace falta para que baje la plata destinada a un sector afectado por un aumento desbocado de precios internacionales del gas habita el abismo de donde surgía la pregunta de este panorama la semana pasada: ¿Qué se rompe antes, el Frente de Todos o el acuerdo con el FMI? Tal vez esa inclusive consolidation habilite otra alternativa. Así en inglés suena más power.

La economía del reciclado

A todo esto, la oposición da muestras de que no piensa trabar el acuerdo en el recinto, pero al mismo tiempo no pareciera haber aprendido mucho de su estrategia económica que terminó en la crisis de 2018 y 2019, mientras las espadas económicas de ese pasado reciente están en pleno reciclaje. Dato importante si existen chances de un regreso de Juntos por el Cambio al gobierno en 2023.

El ex ministro Nicolás Dujovne empieza a dar entrevistas y -cara de piedra- suelta que el acuerdo que él mismo tramitó con el FMI falló porque la gente que no quiso acompañar la reelección de Macri

Quien lo acompañaba como presidente del Banco Central, Guido Sandleris, y puso el cepo de 200 dólares por cabeza recién un día después de las elecciones que ganaron Alberto y Cristina, acaba de entrar como asesor de la Bolsa de Comercio de Córdoba

De regreso. Sandleris fue nombrado flamante asesor de la Bolsa de Córdoba, en pleno reciclado de las espadas económicas del macrismo.

Luis Caputo, aquel Messi de la deuda que renunció cuando el Fondo no lo dejaba intervenir para frenar el dólar, combina el trabajo en la pujante consultora Anker con la asesoría del presidenciable Horacio Rodríguez Larreta, en cuyo entorno merodea otro ignífugo, el ex HSBC Gabriel Martino.

Hernán Lacunza, el más entero de los sobrevivientes de la gestión económica anterior, dado que llegó faltando cuatro meses para el cambio de mando y su objetivo era evitar algo todavía peor, hace malabares para no recordar todo lo que le criticaba a sus colegas de aquellos días y hasta va a C5N a bancar la parada con críticas a un gobierno al que le entran muchas balas.

Es más. El desmadre energético que otra vez se está incubando en esta administración hasta le da plafón al ex ministro de Energía, Juan José Aranguren, para decir en Infobae: “Volveríamos a hacer el mismo trabajo que hay que hacer, teniendo en cuenta la experiencia adquirida”, una frase que matchea justo con aquello que siempre repite el ex presidente Macri, de regresar al poder y hacer lo mismo pero más rápido.

Como dice el economista Rodolfo Santángelo, socio del ex presidente del Banco Nación, Carlos Melconian en la firma Macroview, en la Argentina nadie pareciera haber tomado nota de todo lo que se ha pifiado, por izquierda y por derecha, para tratar de parar la cucaracha de la estabilidad y el desarrollo. 

Se ve que está de moda volver para repetir errores.

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