La política, pero particularmente los políticos, siempre buscaron captar votos a través de espacios populares con un gran caudal de público cautivo. Tal vez sea por eso que los dirigentes argentinos siempre recalen en la aceptación de las masas a través de un arco y una pelota.
El pasado jueves, el presidente Alberto Fernández se mostró atajándole un penal a un nene en la ciudad balnearia de Mar de Ajó, el marco de una temporada récord en el partido de La Costa. La imagen del mandatario, de camisa y pantalón de vestir, arrojándose a la arena para esta suerte de pantomima no causó gracias a propios ni extraños.
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Sin embargo, no es el único que buscó empatizar desde el fútbol, los nenes y los actos políticos. Durante su gestión al frente de la Casa Rosada, era muy habitual ver a Mauricio Macri formado parte de actos públicos en los que se lo veía cercano a la gente.
Era precisamente el referente de Juntos por el Cambio y ex presidente de Boca Juniors el primero en pedir cámara ante cualquier actividad deportiva o inauguración en torno al mundo del deporte. En un acto oficial en la provincia de Corrientes, ante la atenta mirada de la por aquel entonces primera dama, Juliana Awada, que Macri recibió un pelotazo de un nene.
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Ese fallido se sumó a la larga lista de desafortunados desenlaces acontecidos entre los políticos y el deporte amateur. Otro funcionario que es fácil asociar a este "fenómeno" es Daniel Scioli. El otrora candidato a primer mandatario en 2015, Daniel Scioli, saltó a la fama como motonauta. Desafortunadamente, en 1989 abandonaría la actividad producto de un accidente que le costó el brazo derecho.
Pese a esto, la pasión del ex gobernador bonaerense no se detuvo ahí. Por su condición de goleador en su equipo de fútbol sala, Villa La Ñata, Scioli se ganó el apodo de "Pichichi" —mote con el que llaman al goleador de una liga en España—, que hasta hoy lo acompaña.
Otra referencia ineludible si de política y deporte hablamos es Carlos Saúl Menem. El dos veces Presidente de la Nación fue fotografiado con más de una camiseta de fútbol. Sin embargo, uno de sus mejores momentos los dio jugando al básquet.
El martes 29 de agosto de 1989, Menem disputó un encuentro con las principales figuras del baloncesto argentino en un partido con fines benéficos.
“Yo me formé en la escuela del deporte y por eso estoy convencido de que detrás de un hombre que hace deportes hay un hombre bueno. Por eso, siempre les digo a los padres que enseñen a sus hijos a hacer deportes”, destacó el riojano.