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Columnistas

FemiTour para recorrer la ciudad en clave feminista

Por Feminacida

Cuando está de turista en una ciudad, a Maya no le interesan los tours: la mayoría de las veces le parecen estúpidos, no la interpelan y prefiere hacer sus propios recorridos buscando actividades más alternativas. Pero cuando llegó a Buenos Aires en enero y vio que existía el FemiTour -una propuesta para hacer una visita guiada por la Capital desde una mirada feminista- no dudó ni un segundo en hacerlo. “No conocía esa perspectiva de género dentro de la Ciudad. Me interesó un montón ver cómo sería, qué lugares nos iban a mostrar y qué historias nos iban a contar”.

Maya es israelí, diseñadora e investigadora, y estará en Argentina durante un año para realizar un doctorado en Antropología Social que trata sobre prácticas feministas. Cuando se anotó para participar en el FemiTour era la única extranjera -lo cual llamó su atención- y buscaba lo mismo que tenían en mente las creadoras del proyecto cuando lo pensaron: visibilizar a las mujeres que fueron parte de la historia pero que parecen no haberlo sido por la poca representación que hay sobre ellas.

FemiTour surgió como idea en 2018 y pudo concretarse en 2019. Lo llevan adelante Lucía Rivero, Leticia Garziglia y Noelia Depaoli; tres comunicadoras que hacían radio juntas y decidieron armar este proyecto cuando empezaron a preguntarse qué pasa con las mujeres en la historia y cómo están representadas en los espacios públicos.

“Se nos ocurrió crear esta propuesta que visibiliza las desigualdades de género plasmadas en los espacios públicos, que son enormes. Las mujeres estamos muy subrepresentadas en las calles, en los monumentos, en los parques de nuestra ciudad.  Intentamos visibilizar la desigualdad y, además, a la vez visibilizar las historias de esas mujeres que tuvieron quizás la suerte de estar un poquito representadas y que nos permiten encontrar lugares adonde ir”, señalan sus creadoras en diálogo con Diario Con Vos.

La invisibilización que detectaron como un problema no es solo una teoría que ellas tienen: es algo palpable que se puede distinguir en números. Según rastrearon, en la Ciudad de Buenos Aires el 3% de las calles tienen nombre de mujer, en contraposición al 5% de las calles que tienen nombre de fauna y flora y el 60% de las calles que tienen nombre de varón.

El 3% de las calles tienen nombres de mujer, en contraposición al 5% de las calles que tienen nombres de fauna y flora.

Como ese, hay otros datos numéricos que dan la misma pauta. Daniele llegó desde Lituania a Argentina para escribir su tesis de maestría sobre Protesta en el Arte y en los movimientos sociales y su influencia en la adopción de una ley de aborto en Argentina. Es la primera vez que visita Buenos Aires y buscó hacer un tour que no sólo la ayudara a conocer la ciudad sino que, además, se relacionara con la temática de su tesis.

“Lucía (una de las guías) me preguntó cuántas calles creía que eran de mujeres y cuántas de hombres. No voy a revelar el dato correcto así pueden averiguarlo los lectores, pero la diferencia me shockeó. La historia de Argentina es muy rica en el trabajo y aportes de las mujeres, en su lucha por la libertad y la igualdad. Para entender cómo funcionan ahora la vida y la política del país, es crucial conocer el pasado y este tour hace exactamente eso al rendir homenaje a las mujeres argentinas que dieron forma al progreso y democratización en el país”, contó.

En ese sentido, otro de los grandes objetivos del tour es dar a conocer lo que está sucediendo respecto a los derechos de las mujeres y la comunidad LGBTTIQ+, movimientos que tuvieron impacto internacional a partir del #NiUnaMenos en 2015 y de la movilización por la legalización del aborto desde el 2018.

Crear un tour feminista en una Ciudad machista

Desde cómo fue la liberación de los pueblos de la colonia española, pasando por las sufragistas y otros derechos del siglo XX, hasta cómo se peleó por la legalización del aborto: la reivindicación de las luchas feministas abarca una extensa línea de tiempo que desde el tour tuvieron que adaptar al espacio geográfico.

Para hacerlo, tomaron tres criterios: contar historias de mujeres vinculadas con luchas políticas, rastrear qué había efectivamente -los monumentos eran muy pocos, así que ampliaron el proyecto a calles, plazas y parques-; y el tercero relacionado con lo geográfico: necesitaban armar un recorrido que se pudiera hacer caminando y en algunas horas.

Así, terminaron seleccionando las zonas de Puerto Madero, Costanera y el centro de la ciudad que es donde más concentración de mujeres representadas hay y también son las zonas más accesibles.

Detrás de cada hombre hay una mujer invisibilizada”, dijeron las creadoras del FemiTour.

“La idea es no contar historias de mujeres por separado, desconectadas entre sí, sino armar una historia de nuestro país, nuestro continente, con una mirada alternativa, con perspectiva de género enfocada en el rol que las mujeres y las disidencias tuvieron en esa historia –aseguran desde FemiTour–. Eso de que detrás de cada hombre hay una gran mujer… bueno, en realidad detrás de cada hombre hay una mujer invisibilizada a la que no se lo dio el espacio que se le tendría que haber dado”.

Mirar la ciudad con anteojos violetas

La propuesta de FemiTour nunca fue solamente recorrer la Ciudad. Desde un principio buscaron que quienes participaran se llevaran preguntas y herramientas para replicar esa experiencia en otras instancias y lugares. ¿Cuántas calles o monumentos tienen nombre de mujer en una ciudad? Cuando aparecen mujeres en los monumentos, ¿son simplemente mujeres desnudas sin nombre o son figuras históricas?

“Nos parece súper importante tomar registro de estas pequeñas -o no tan pequeñas- cosas y tenerlas en cuenta al momento de viajar o moverse por una ciudad. Nuestra idea es que una vez que atravesás FemiTour ya no salgas igual, entonces cualquier ciudad o espacio que visites empieces a transitarlo con los anteojos violetas, desde una perspectiva feminista”.

Ese fue uno de los ejercicios que más marcado le quedó a Maya. Al recorrer el Parque Micaela Bastidas notó que en ningún lado hay una placa que indique que ese espacio lleva su nombre. No cree que sea casualidad: era una luchadora indígena y peruana contra la conquista española, mientras que otras mujeres blancas sí tienen sus placas con nombre.

“El tour también muestra esas complejidades y es un trabajo fundamental para entender la lógica urbanística, que muchas veces reproduce en el nivel simbólico las narrativas opresivas, patriarcales y racistas”, reflexiona Maya y concluye: “Hacer una propuesta turística -que normalmente tiene una lógica capitalista, orientada hacia un producto o mercado- y romper con este modo de pensar sobre turismo y de pensar sobre nuestra estancia o viaje en una ciudad me parece fundamental para un cambio más transformador dentro de la sociedad y dentro de la industria turística”.