El jefe del Kremlin, Vladímir Putin, sorprendió este martes al anunciar que Rusia no quiere entrar en guerra en Europa. El mandatario lo dijo durante una conferencia de prensa conjunta con el canciller alemán, Olaf Scholz, en Moscú.
“¿Si queremos una guerra (en Europa)? Claro que no”, aseguró Putin al referirse la tensión que persiste entre su país y Ucrania. En ese sentido, agregó que precisamente por eso "presentó propuestas sobre unas negociaciones acerca de la seguridad europea".
El presidente ruso manifestó que su generación ha sido testigo de un conflicto armado en Europa, en alusión a la guerra de Yugoslavia. “Hemos sido testigos de la guerra en Europa desatada por el bloque de la OTAN contra Yugoslavia. Una gran operación militar con bombardeos de una de las capitales europeas, Belgrado”, destacó.
Subrayó que las acciones bélicas se llevaron a cabo sin la autorización del Consejo de Seguridad de la ONU y eso “fue un ejemplo muy malo” para todo el mundo, en materia de conflictos bélicos.
Rusia retira sus tropas de Crimea
Tras las declaraciones de Vladimir Putin, Rusia anunció este miércoles el fin de las maniobras militares y la salida de parte de sus tropas de la península ucraniana anexada de Crimea. Allí, donde la presencia de los soldados alimentó los temores de una invasión a Ucrania.
“Las unidades del Distrito Militar del Sur, habiendo completado su participación en los ejercicios tácticos, se están trasladando a sus puntos de despliegue permanente”, dijo el Ministerio de Defensa de Moscú en un comunicado.
https://www.instagram.com/p/CZKeXz2Onbt/
La televisión local de Rusia mostró imágenes nocturnas de un interminable tren blindado que atravesaba el puente sobre el estrecho de Kertsch, construido por Rusia para conectar Crimea a su territorio. El comunicado dijo que los tanques, vehículos de infantería y artillería salían de Crimea por ferrocarril.
El anuncio se produce un día después de que Moscú dijera que retiraría algunas de las tropas desplegadas en las fronteras de su vecino.
Pese a esto, los líderes del mundo en Occidente siguen preocupados de que Rusia aún pueda lanzar un ataque contra Ucrania. El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, advirtió el martes que un ataque de Moscú sigue siendo “una gran posibilidad”.