Ahora, las juezas Matilde Ballerini María Gómez Alonso de Díaz Cordero deberán tomar una decisión sobre el futuro de la empresa. Si se muestran de acuerdo con el pedido de Boquín, la empresa deberá ir directo a la quiebra. En caso contrario, si las juezas aceptan la apelación que presentó la empresa, deberán tomar una decisión de fondo sobre la causa y confirmar o denegar la quiebra que decretó la jueza Marta Cirulli en julio.